TERRIFIER 3: El declive de Art the clown

Art the clown regresa a los cines por Halloween. Lo hace en Terrifier 3, la tercera entrega de la que en realidad es una saga que comenzó en 2008 con el cortometraje The 9th circle, dirigido por el técnico de efectos especiales de maquillaje Damien Leone. El personaje del payaso mimo que mata a sus víctimas con un ensañamiento brutal nacía entonces y generó tan buenas reacciones entre los apasionados del género que Leone siguió desarrollándolo en otro corto titulado Terrifier. A él le siguió ya el primer largometraje en el que Art aparecería junto a otros siniestros personajes: La víspera de Halloween.

En él, una niñera, en la referida noche del 31 de octubre, se queda al cuidado de dos pequeños a los que, para entretenerlos, les pone, a petición de los infantes, una cinta de VHS que tienen por casa. Lo que ésta contiene son unas historias cortas, bizarras, de asesinatos tremebundos y muy poca calidad en sus imágenes, en las que distintos asesinos ejercían sobre sus víctimas el peor de los horrores. Entre ellos, Art the clown, que, de nuevo, cosechó una enorme aceptación.

Y Art saltó a la gran pantalla con Terrifier. Un payaso mimo que, lejos de efectuar ante sus víctimas el número de la pared inexistente, se viste de blanco y negro y oculta su cara bajo un maquillaje de esos mismos colores y, siempre con gestos exagerados, ríe ante las brutalidades que les infringe a las personas que mata. Sin emitir un solo sonido. Su expresión es su risa. O su grito si alguna víctima consigue agredirlo.

En Terrifier va a perseguir a unas chicas -Dawn (Catherine Corcoran) y Victoria (Samantha Scarffidi)-, aterrorizándolas hasta puntos realmente extremos en unos escenarios mugrientos y desasosegantes que sólo invitan a salir corriendo de ellos. Pero no podrán. Dawn morirá de una forma espeluznante y Victoria… Victoria se quedará con nosotros y volveremos a verla en esta tercera entrega. Pero no como Victoria sino como el demonio que la ha poseído. Al igual que Sienna Shaw (Lauren LaVera), la protagonista de Terrifier 2, la primera entrega en tener distribución en salas debido al éxito que el personaje iba cosechando, que se enfrenta con él y consigue vencer. Las dos van a estar presentes, de nuevo, en Terrifier 3.

Art preparándose para su matanza navideña

Con más presupuesto que nunca debido a la fama creciente que Art the clown está adquiriendo, Damien Leone ha conseguido elevarlo a 2 millones de dólares, básicamente para hacer más y mejores efectos para sus crueles muertes. En Estados Unidos esta tercera entrega ha sido un exitazo tal que se ha situado en el número 1 de taquilla de manera instantánea, recaudando casi 19 millones de dólares en su primer fin de semana. Esto ha llevado a que en España la distribución de Terrifier 3, tras su también exitoso paso por el festival de Sitges, sea la de un lanzamiento medio-alto. Más de 200 copias estarán disponibles en los cines españoles el 31 de octubre, para celebrar con Art the clown la noche de Halloween.

La pregunta ahora es si Terrifier 3 es superior a su anterior entrega, y la respuesta es que no. Terrifier 2 sigue siendo una película mejor. Dentro del baremo de película de serie b que imita a las series z de los videoclubs de los 80. Es decir, hablamos de una saga que de por sí no es buena, lo que tiene de leyenda es su protagonista, que es ya un icono del cine de terror, y con razón. Porque el personaje es una creación magistral en cuanto a presencia y a personalidad, a la que su intérprete, David Howard Thornton contribuye de manera clara. Y su fama viene aderezada por unos asesinatos espeluznantes en los que Damien Leone no sólo no ahorra ni un detalle sino que se recrea en ellos, mostrando auténticas torturas primero psicológicas y después físicas, hasta la muerte más cruel de las personas con las que se ensaña.

Es decir, no nos fijemos en el guión ni en las historias que cuenta, no son relevantes. Sólo queremos, también Damien Leone, que Art the clown sea el asesino en serie más sádico que ha dado el género. Y en eso no le gana ni Freddy Krueger ni ningún otro. Esa es la grandeza de un personaje malvado del que huir a la mayor rapidez posible. Hasta firma sus horrores. ‘Art the clown was here’. (Art el payaso estuvo aquí). Es la leyenda que muestran los espejos de los cuartos de baño o las lúgubres paredes del lugar en el que haya descuartizado a alguien.

Pero en Terrifier 3 no firma nada. La película supone un descenso en su mitomanía. Un declive que esperemos se recupere en la cuarta entrega que Damien Leone ya está preparando. Un bajón en su grandeza porque la presencia de Victoria, poseída como ya hemos dicho, le quita un protagonismo que nunca debió perder. No necesita ninguna ayudante, ninguna compañera de viaje para realizar sus terribles acciones. Él sabe matar muy bien. Sólo queremos verlo a él ejerciendo sus malas artes con quien se le ponga por delante.

En Terrifier 3, además, abandona los lugares lúgubres y nos adentramos en escenarios que cualquier otro asesino en serie conocido podría pisar. Una casa elegante vestida de Navidad, llena de luces en sus fachadas. Art entra y mata a sus habitantes. Art the clown no es así, su glamour es su falta de glamour. Y aquí está rodeado de lujos que no pertenecen al universo con el que lo hemos visto crecer. Su habitat es la suciedad, lo más sórdido de la ciudad. Meter a Art en un bar o en un centro comercial despoja al payaso de lo que una vez fue. Y queremos que regrese al inframundo del que salió. Pero la taquilla es la taquilla y Art ha sucumbido a ella.

Aunque no del todo. Terrifier 3 es sangrienta. Mucho. Tiene asesinatos espeluznantes. Desde Sitges viene el rumor de que ésta tercera entrega tiene una escena inicial y otra en una ducha que harán las delicias de quienes conocen al payaso. Vistas ambas es cierto que son buen material, pero también hay que resaltar que los efectos podrían ser más creíbles. En la segunda las muertes fueron más perturbadoras. La de la chica en su cama o la de su madre fueron realmente sádicas. Aquí se les ve más el truco, aunque para muchos espectadores siguen funcionando igual de bien y parece que sigue habiendo deserciones de espectadores que abandonan la sala a lo largo de la proyección.

Terrifier 3 es un paso atrás en la evolución de la saga. Habrá que esperar a la próxima entrega para saber qué camino toma Damien Leone con su brillante creación pero Art tiene personalidad de sobra para hacerse de nuevo con el dominio de la escena. Y Leone también sabe cómo crear ambientes terribles para los asesinatos que su protagonista comete. Esperemos que el próximo Terrifier nos devuelva al payaso mimo en plena forma.

Silvia García Jerez

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