RESUCITADO: hablamos con Joseph Fiennes y María Botto
Coincidiendo con la celebración de la Semana Santa, la cartelera se une a esa Fiesta religiosa y estrena Resucitado, una coproducción norteamericana y española, rodada en Almería, con la presencia de actores internacionales como Joseph Fiennes, el inolvidable William Shakespeare de Shakespeare in love o Tom Felton, el Draco Malfoy de la saga Harry Potter, que comparten pantalla con los españoles Luis Callejo, al que podemos ver actualmente en los cines gracias a Cien años de perdón y María Botto, la Sara Guzmán de la serie Bajo sospecha.
Resucitado cuenta la experiencia de un centurión romano agnóstico, Clavio, interpretado por Joseph Fiennes, que se enfrenta a la inexplicable desaparición del cuerpo de Jesucristo tres días después de que él mismo, tras verlo morir crucificado, lo dejara en la cueva donde habrían de permanecer sus restos. Ser testigo de la resurrección del Mesías cambiará sus esquemas. Con él, y con María Botto, María Magdalena en el film, habló La cronosfera.
Comenzamos con ella, que nos contó cómo llegó a rodar esta película: «Hicieron audiciones a nivel mundial y seleccionaron a diferentes actrices de cada país. Quedamos una actriz inglesa y yo, y me acabé haciendo con el papel.»
¿Hay que leerse el Evangelio para poder interpretar a María Magdalena? No lo sé. Eso depende de cada actor. Yo, en mi caso, siempre he estado muy obsesionada por María Magdalena. Desde muy pequeña me han enseñado que tengo que conocer todas las culturas, por lo tanto, desde muy joven ya me había leído la Biblia y el Corán, porque creo que hay que conocer y respetar todo tipo de creencias y de culturas. Respecto a María Magdalena, después de leerme El nombre de la rosa busqué desesperadamente los Evangelios Apócrifos, así que cuando me llegó el guion tenía unas ganas de hacer de María Magdalena que me moría. Esta María Magdalena no quiero decir que es fuerte, porque es una palabra muy utilizada con las mujeres últimamente, pero sí que este guion la muestra de manera muy independiente como mujer, con unas ideas muy claras, que puede dar su vida por lo que cree y por los que la quieren.
¿Tuviste alguna María Magdalena como referencia a la hora de enfrentarte al personaje? No tenía ninguna actriz en mente. Tenía muchas ganas de darle mi punto de vista, la María Magdalena que yo creo que era… porque no sabemos cómo era su voz, ni cómo eran sus movimientos, solo sabemos lo que pensaba, y sus actos. Tuve muchísima libertad en ese sentido. Hice la María Magdalena que yo deseaba hacer con mi punto de vista. Pero si hubiera tenido que basarme en alguna María Magdalena, probablemente me habría basado en la de Martin Scorsese en La última tentación de Cristo, que creo que es una de las María Magdalena más interesantes y complejas, no es una María Magdalena que ama y nada más.
Sobre trabajar en inglés: yo me lo paso muy bien, lo disfruto mucho. No sé qué pasaría con una serie de televisión. Ahí es diferente, pero en una película, que uno tiene tiempo para preparar e investigar, el inglés no ha sido un problema. Muchas veces uno juega más en un idioma inventado porque no tiene las ataduras de su propio idioma, y creo que esa libertad me la da el inglés.
Parece que en la carrera de las actrices tiene que estar presente hacer una Julieta o una Doña Inés. ¿Hay que hacer también una María Magdalena? Yo no he podido hacer a Julieta. Porque no era mi personalidad y porque llegué tarde. Ofelia sí que he podido hacerla, pero no en teatro. Por suerte he podido hacer María Magdalena, y lo agradezco. Sin duda hay papeles que hay que hacer. Cuando uno se decide a ser actor lo primero que haces es comenzar a leer. A Shakeapeare, por supuesto a Lorca… Hay personajes que calan muy hondo. El personaje de Ofelia me caló mucho. Era el sueño de mi vida interpretarla. Y María Magdalena también, porque define casi el papel de la mujer que existe hoy. Es la imagen de mujer que nos han vendido, igual que Juana de Arco. Me parecen mujeres que da igual cómo nos las hayan vendido. Más allá de eso, poco a poco vamos teniendo una visión de ellas diferente. Porque, por supuesto, van apareciendo infinidad de escritos que describen a María Magdalena más allá de una prostituta muy querida por Jesucristo. Era una mujer con una cultura muy elevada que ha sido muy bien educada.
Antes pasar a charlar con Joseph Fiennes, le preguntamos a María por él, por cómo ha sido trabajar a su lado, y afirma que le da pena que esté siendo una de las últimas veces que se vean porque la promoción de la película está tocando a su fin. «Cuando me enteré de que él iba a hacer la película no me lo podía creer. Tenía que estar súper preparada, porque es Joseph Fiennes. Es un caballero inglés, educado, siempre pensando en la escena, jamás pensando en qué necesita él. Tiene su punto de vista, pero por encima de lo que el él piensa está el punto de vista del director. Es generoso, siempre concentrado en el personaje… Para mí ha sido un sueño trabajar con él.»
A continuación pasamos a entrevistarlo a él, que, efectivamente, aparece como todo un caballero dispuesto a responder cualquier pregunta que se le formule al respecto de Resucitado, caso de qué le interesó de esta cinta para involucrarse en ella: Distintos elementos, como el director, Kevin Reynolds, que fue quien me ofreció el papel y al que, por cierto, admiro muchísimo. Pero antes de conocerlo, me leí el guion, que se titulaba Clavio, no Resucitado, así que no tenía ni idea de acerca de qué sería. Y el ángulo fresco de un no creyente, y los elementos detectivescos de cine negro en aquella época también me gustaron mucho.
¿Cómo preparó la escena en la que ve por primera vez a Jesucristo resucitado? Parte de la preparación consistió en no preparar nada, porque es muy importante la respuesta emocional auténtica que tengas en el momento de rodar. Para esta escena me preparé como para el resto de escenas de la película. Tampoco me centré en que fuera una película religiosa, sino que la enfoqué como un trabajo más, como quien va a fichar a la oficina. En este caso era Clavio el que va cada día a sus batallas a defender el honor de Roma.
En esta película se busca un balance entre la religiosidad y el entretenimiento, ¿cómo lo consiguieron? Cuanto más quieras entretener más vas a perder calidad a la hora de contar la historia según las Escrituras, y creo que esta es de las pocas películas que mantiene un buen balance entre ambos. Ahí tenemos la diferencia entre las películas más revisionistas y las que son de catequesis. En esta película creo que se ha conseguido el equilibrio entre la Historia Sagrada y el entretenimiento cinematográfico. Ese equilibrio está contenido en el personaje de Clavio, que ofrece una versión de los hechos para creyentes y no creyentes con una trama que engancha a todo tipo de públicos.
¿Cuál es su posición respecto a la fe? Si te respondo te puedo aburrir hasta la extenuación (Risas) Yo soy católico, mi madre era católica, mi padre era protestante, y mi madre se convirtió al protestantismo para poder casarse. En la familia tenemos desde monjes hasta anglicanos o un obispo de Bombay. Tengo una familia con un amplio espectro de fe. A mí me criaron en el sur de Irlanda con monjas muy amables y sí, la religión ha sido una gran parte de mi vida.
¿Qué le dirías a los espectadores para que fueran a ver la película? Que tenemos a un protagonista que cree que tiene el control de la investigación, pero que en realidad todo es un misterio y él va a resolverlo. Lo que tenemos delante es una tragedia griega en la que él no sabe lo que va a pasar pero nosotros sí sabemos qué va a descubrir, así que podemos ver mucho mejor la colisión que sabemos que va a sufrir desde su punto de vista de militar que se adentra en un misterio más grande de lo que puede imaginar. Pasa de ser un misterio detectivesco a uno teológico, y esa colisión es parte de lo que nos puede atrapar de la película. La discusión sobre la fe enganchará a los creyentes y los temas como el perdón o las segundas oportunidades, a los que no lo son tanto. Y además, hay grandes secuencias de batalla con hombres vestidos de cuero… (Risas)
Silvia García Jerez