RESPIRA: Apocalipsis ecológico
La ciencia ficción siempre es bienvenida y Respira es el próximo título de este género en estrenarse en nuestras carteleras, una cinta postapocalíptica en la que la vida en la Tierra se ha complicado tras la desaparición de los árboles y del oxígeno que nos proporcionaban, que ahora falta como elemento en la naturaleza. En consecuencia, nadie puede salir sin una cápsula atada a la cara con la que suministrarse el aire que necesita y, claro está, ésta cuenta con temporizador, por lo que tampoco la salida puede ser por un largo período de tiempo.
Darius (Common) acaba de perder a su padre precisamente por un accidente ocurrido con la cápsula. Le ha faltado el oxígeno no contaminado y ahora su hijo quiere enterrarlo junto a su madre, por lo que tendrá que salir de casa para realizar el viaje correspondiente. Su mujer, Maya (Jennifer Hudson), y su hija Zora (Quvenzhané Wallis) se quedarán esperándolo. Y lo esperan, y lo siguen esperando…
Pero quienes llegan son Tess (Milla Jovovich) y Lucas (Sam Worthington), que vienen de Philadelphia. Tess asegura que conoce a Darius y han ido a su casa con la intención de que les ayude a ella y a Lucas con el proyecto de respiración que tienen entre manos. Nada les encaja a Maya ni a Zora y será entonces cuando madre e hija se enfrenten a otro tipo de amenaza de cara a su supervivencia.
Stefon Bristol dirige una película de ciencia ficción con más fallos que aciertos. El mayor de sus errores consiste en un planteamiento rutinario al que no le sabe dar la dimensión que la historia requiere. Porque la entrada en escena de Tess y de Lucas sí supone un acierto por la gran incertidumbre que crean al irrumpir en un universo en el que no debe entrar nadie más. Y menos un extraño por mucho que afirme que no lo es. Es decir, se trata de una home invasion pero con un toque de frescura propio de tiempos de apocalipsis, y es la parte que mejor funciona de la película, porque la tensión de la que hace gala resulta ser realmente brillante.
Películas postapocalípticas hemos visto muchas y nos sabemos su esquema, pero estos dos personajes, equivalentes al alien en la nave Nostromo, dan oxígeno, nunca mejor dicho, a un relato que no tenía de por sí demasiado interés. Por eso ellos son un acierto en medio de tanta decisión cuestionable.
Y eso que Respira no se hace larga. Ni es larga. Dura una hora y media, tiempo más que suficiente para lo que tiene que contar, pero además de presentar innumerables lugares comunes carece de la garra que sí puede encontrarse en las buenas películas del género. Milla Jovovich, actriz fetiche de la ciencia ficción, es en realidad lo mejor de esta propuesta. Su personaje es puro carisma desbordando ambigüedad, y ella sabe muy bien cómo manejarla.
Lo malo es que poco más destacable tiene un título con alma de serie B y resultados muy inferiores a las joyas que este tipo de producciones de bajo presupuesto nos han proporcionado a lo largo de las décadas. Eso sí, su mensaje ecologista es, en tiempos en que el cambio climático está siendo un problema a nivel global, algo completamente necesario. Pero una vez más, si el mensaje no va unido a una película potente que deje poso en los espectadores, éste se diluirá con mayor facilidad. Y sí, tal y como augura Respira, si no cuidamos los árboles y el medio ambiente, podemos terminar necesitando una escafandra que suministre oxígeno para poder sobrevivir. Y sí, tal vez entonces Respira deje de ser, tristemente, una película de ciencia ficción.
Silvia García Jerez