NI DE EVA NI DE ADÁN. Las identidades del ser

Ni de Eva ni de Adán, de Amélie Nothom (editorial Anagrama) Traducción de Sergi Pàmies

Son muchos los autores que han tratado el amor en sus obras, sea con mayor o menor acierto. Normalmente, es el tema principal en torno al cual gira la obra; ese sentimiento holístico que logra que cualquiera realice las más incomprensibles locuras por hacerlo suyo. Esto no ocurre en Ni de Eva ni de Adán. En la novela se utiliza una entrañable historia de amor como excusa para ensalzar la auténtica devoción de Amélie por Japón, país donde se relata la historia. Su historia.

Ni de Eva ni de Adán
Portada Ni de Eva ni de Adán

Nothom, de origen belga, vivió una parte de su infancia en Japón. Tras dieciséis años, decide volver a aquel país que la había cautivado de niña. Al poco de su llegada comienza a dar clases de francés. Gracias a ello conoce a un joven nipón llamado Rinri con el que mantendrá una tierna relación. Su idilio estará caracterizado por la plasmación de un choque cultural asiático-europeo que dará pie a las más peculiares situaciones. Su noviazgo es utilizado para analizar desde un enfoque  casi antropológico la cultura japonesa, la cual ama profundamente Amélie y dentro de la que desea integrarse. En contraposición, Rinri se siente atraído por la tradición occidental, a poder ser francesa. Ambos aspiran a ser lo que no son, lo que ven reflejado en el otro.

Ni de Eva ni de Adán está escrita en primera persona –es una novela autobiográfica- mediante una prosa clara, directa y sencilla, no por ello exenta de contenido, y  con un estilo tanto fresco como atrevido. Cuenta variadas y divertidas anécdotas, como el ascenso al monte Fuji o la escapada a la isla de Sado con su hilarante episodio del pulpo, huyendo de los tópicos japoneses bajo los que sería tan fácil cobijarse. En el texto está presente la autoparodia, sobre todo en los encuentros con el entorno familiar de Rinri y su círculo de amistades, así como la utilización de una fina ironía tras la que vislumbramos una lectura de sus pasiones, su inconsciente y de la percepción de su existencia.

Cuando finaliza el relato de su historia de amor, Amélie realiza una serie de reflexiones que, para mí, son lo mejor del libro. Logra que empatices con ella a pesar de no estar de acuerdo con ciertas decisiones que toma y lo hace exponiendo los sentimientos más profundos que ha tenido en cuenta a la hora de comportarse de forma tan peculiar. Aprovecha también para hablar directamente con el lector insertando menciones a sus novelas como Higiene del Asesino, haciéndolo partícipe de la narración al dar por hecho que conoce su trayectoria.

Amélie Nothomb consigue entretener en todo momento con Ni de Eva ni de Adán. Es una novela corta, como las que acostumbra a hacer, en la que (nos)descubre que, a veces, hay que poner límites y alejarse para poder ser.

 

Para conocer más a fondo a la autora y su obra pincha aquí.

Alba González

Alba Gonzalez

Pegada a un libro desde 1993. Compagino la comunicación y relaciones públicas con la escritura, colaborando en varias webs de contenido cultural. Sueño con escapar periódicamente del caos madrileño para volver a pisar mis playas pontevedresas; leer a Clarice Lispector junto al mar, escuchando a Radiohead de fondo, es todo lo que necesito.

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2 comentarios en «NI DE EVA NI DE ADÁN. Las identidades del ser»

  • Primeramente dar mi enhorabuena a Alba. Me gustó tanto su opinión personal, tan clara y convincente sobre la novela, que ahora mismo salgo a comprarme el libro.

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    • Hola Beatríz, nos alegra que te gustará el artículo. Ya nos contarás si te gusto el libro cuando lo leas.
      Saludos

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