MARÍA VÁZQUEZ: La precariedad te hace no ser libre

María Vázquez acaba de ganar la Biznaga de Plata a la mejor actriz por su interpretación en Matria, la ópera prima de Álvaro Gago, basada en su cortometraje previo, en la que interpreta a Ramona, una mujer luchadora en el mundo gallego de las mariscadoras y de las fábricas de conservas, un universo áspero en el que una mujer, más allá de trabajar en pésimas condiciones, no pinta mucho más. Y Ramona no quiere eso, y María Vázquez quería darle voz a ese personaje tan contundente. Y después de haber triunfado con la serie Apagón, aquí es la absoluta protagonista. Hablamos con ella de la experiencia de rodar la película y de su paso por el festival de cine español en el que la ha consagrado antes de que llegue a las salas.

La Cronosfera: ¿Cómo llegas a Matria?

María Vázquez: Galicia es un pueblo, nos conocemos todos y todas. Yo con Álvaro ya había trabajado porque en Trote, de Xacio Baño, él era el montador. Nos conocimos ahí más en profundidad, porque ya nos conocíamos. Nos caímos bien, nos entendimos. Yo sabía que iba a hacer la película pero en ningún momento pensaba… no sabía si la iba a hacer Francis otra vez, porque venía del corto. (Francisca Iglesias Bouzón es la protagonista del cortometraje). Pero un día me lo propuso. Y empezamos a trabajar poquito a poco, porque al principio no me dio el guión entero. Y menos mal, porque me habría muerto del miedo. Le habría dicho que no podía hacerlo.

La Cronosfera: ¿Qué te dio?

María Vázquez: Me iba dando escenas, íbamos improvisando… fuimos trabjándolo. Recuerdo el día que me dio el guión entero, que no podíamos terminar de leerlo los dos, porque no podíamos parar de llorar. Fue muy emocionante. Al principio, sin tener la historia entera, yo ya sentía que había algo que me movía por dentro y tenía muchas ganas de contar esta historia. Un motor fuerte que a mí me representa, con todas estas mujeres obreras, luchadoras, que luchan por sobrevivir, que no salen adelante, que sus trabajos son súper infravalorados, tanto fuera como dentro de casa. Hay tantas Ramonas en el mundo que quería contarlo. Y estuvimos un año trabajando. Todo parece como fluido…

La Cronosfera: De eso se trata.

María Vázquez: Pero que no fue atracón, fue mucho trabajo poquito a poco. Ir mucho allí y trabajar también la parte física.

La Cronosfera: Eso te iba a preguntar, que hasta qué punto te metiste de lleno.

María Vázquez: Total.

La Cronosfera: Del todo, hasta el fondo.

María Vázquez: Sí, de hecho, salía mucho con el patrón del barco, que sale en la película, Gabi, que era duro conmigo. Patrón patrón. Yo salía a las cuatro de la mañana con ellos y era un trabajo difícil porque tampoco es un trabajo habitual en mujeres, y era duro conmigo. Me decía: ‘¡No cuela, no cuela que sepas hacer esto!’ Fue muy duro pero se lo agradezco. De hecho, me dijo: ‘Si te va mal en la interpretación, tendrás un hueco en mi barco.’ Y me lo dijo de verdad, de corazón, y yo me lo tomo como un piropo, porque no era fácil que me salieran esos trabajos, pero ahí estuve, a tope. Saliendo a las cuatro y aguantando también, porque tenía que limpiar el barco. Yo le decía: ‘Claro, como soy la chica, a limpiar el barco.’ (Risas)

La Cronosfera: ¿La parte del trabajo con las mujeres, de la fábrica, cómo lo practicaste? ¿Eran mujeres reales?

María Vázquez: Justo no trabajaban allí porque ellas trabajan en una conservera, la del corto Matria. Y sí, ellas trabajan juntas y son amigas. A mí me las presentó, yo nadé en su mundo y fui varias veces a verlas a la fábrica. Nos hicimos amigas y me enseñaron un poco el mundo de allí. Y tuve que practicar mucho el acento. Con ellas, con Francis, la camarera del bar, que es la prota del corto, que es la inspiración de esta película, que no es que su vida sea así pero está inspirado en cosas de su vida. También digo que ella fue mi coach, y me ayudó mucho, y me dio muchas claves. Tuve muchas conversaciones con ella, donde ella me contaba cosas. Algunas no las contaré nunca pero otras las incorporé en la película, como cuando me dijo que ella no era capaz de parar, que cuando estaba mal salía a la calle a andar, o con el coche daba vueltas a la rotonda. Y son cosas que a mí se me quedaron mucho en la cabeza. No poder parar porque si paro, me muero. Cuando es al revés. El personaje, cuando para, respira y dice: ‘Tengo que mirarme a mí misma.’ Pero es esa sensación, que a veces nos pasa, de que si paro a mirarme igual no salgo del hoyo.

La Cronosfera: Hablando de ‘tu coach’, esta película está rodada en gallego y tengo entendido que no se va a doblar.

María Vázquez: Es que sería otra película.

La Cronosfera: Claro.

María Vázquez: Es verdad que pierdes un público…

La Cronosfera: Pero ganas otro, el público sordo, que siempre se queda fuera de los estrenos españoles.

María Vázquez: Claro.

La Cronosfera: ¿Cómo se decide que esta película se ruede en gallego?

María Vázquez: Es una decisión del director, obviamente, pero es que para representar a estas mujeres que son de allí y hablan así, no hay otra manera. El idioma te identifica, y el idioma te hace un carácter. No gesticula igual un italiano que un francés. En gallego igual. Por eso creo que doblada sería otra película. Y muy diferente. No sé, no me la puedo imaginar. Pero me parece un acierto, porque igual que hablan mucho de la tierra, que es identitaria de estas mujeres, pues es que la tierra va con una lengua y la lengua es el gallego. De esa zona, además.

La Cronosfera: En Matria vemos la relación que Ramona tiene con su hija. ya dejada la adolescencia un poco atrás, pero su relación sigue siendo mala. Lejos de ser un estereotipo, es muy real. ¿Falta educación o falta saber cómo llegar a los hijos?

María Vázquez: No lo sé. Yo soy madre y me parece muy difícil. Pero sí que el aprendizaje del personaje, y a la vez mío viendo la película, desde luego no es oprimiendo a los hijos. Vas con toda la buena intención y no queriendo que cometan los mismos errores que cometiste tú, y al final los estás alejando porque los estás presionando. Y tus hijos tienen derecho a equivocarse igual que tú. Y tienen que tener su vida. Si no quiere estudiar no la puedo obligar, pero si algo falla, aquí voy a estar para sostenerte. Entiendo que a veces es verdad que se repiten los patrones, y es una putada, pero no puedes sino estar ahí para ayudar.

La Cronosfera: Otra cosa que te preguntas viendo la película es, ¿el jefe, el patrón, el empresario, siempre gana?

María Vázquez: Me gustaría decir que no, pero el sistema es tan perverso… El capitalismo es tan bestia que no le interesa que salgamos de ese sistema. Entonces, cuando te dicen que el que lucha lo consigue… pues a veces, pero es muy difícil, porque no hay igualdad de oportunidades. Los hombres siempre van a barrer para lo suyo. Fíjate la que se lía por subir 30 euros el salario mínimo, que no te va a cambiar la vida. No puede ser que se discuta en esos términos. Pero conseguir que la gente esté en precariedad es conseguir que no protesten. Igual que Ramona no sale de este mundo tóxico. Hay quien me dice: ‘¿Cómo Ramona, una mujer con carácter, no puede dejar a ese marido horrible?’ Bueno, la precariedad te hace no ser libre y al sistema le interesa que no seamos libres. Y ojalá que, granito a granito, podamos construir una matria. Que para mí Matria es el cuidado, el amor, como un mundo donde no prime el poder, el autoritarismo. Hay gente que se ofende, pero es que Patria viene de patrimonio pero también viene de patriarcado,y es el machismo, y hay que construir otra cosa. Y no es por feminismo radical, sino porque queremos un mundo de respeto, de inclusión. No es tan raro.

La Cronosfera: ¿Cómo fue la experiencia de Málaga?

María Vázquez: Fue brutal. Todo cosas bonitas.

Silvia García Jerez