LORETO MAULEÓN: ‘La quietud en la tormenta’ plantea preguntas que todos nos hacemos en la vida
Loreto Mauleón irrumpió en el panorama audiovisual cuando la vimos convertida en la Arantxa de Patria, la serie de HBO que adaptó la mítica novela de Fernando Aramburu. Entró en nuestros hogares y se quedó en nuestros corazones. Porque no sólo con Patria se ganó el respeto de la crítica y el público, después siguió afianzándose, gracias a su Montserrat Castell de Los renglones torcidos de Dios, su fabulosa hacker de la serie Express o la madre de la niña desaparecida de la adaptación a serie por parte de Netflix de La chica de nieve, el best-seller de Javier Castillo. Su nombre en un proyecto es ya sinónimo de calidad, y su prestigio sigue aumentando con su nuevo estreno, La quietud en la tormenta, una película tan pequeñita como íntima a la que el blanco y negro le añade un grado de interés para quienes añoramos que las películas sean rodadas con esa estética. Hablamos con la actriz de este trabajo que ahora llega a las pantallas y de otros previos con los que nos ha emocionado.
La Cronosfera: La quietud en la tormenta remueve mucho, ¿tuviste tú esa impresión cuando leíste el guión?
Loreto Mauleón: En la primera lectura. Pero luego, al verla, también. No sé, en tu cabeza te haces tu composición, pero al rodarla y al ver el montaje fue aún mejor de lo que imaginaba. Y sí, me parece que como es una película que toca muchos temas, y tan universales, como esa famosa pregunta de ‘¿Qué hubiera sido de mí si…?’ que a cada uno nos lleva a un punto concreto de nuestra vida, eso hace que enganche a la gente y que cada uno se lo lleve a su propia vivencia.
La Cronosfera: Los personajes de la película están enfermos de melancolía. ¿Cómo hace un actor para impregnarse de ella y transmitirla a través de la pantalla? ¿Tal vez vivir con el personaje también en casa?
Loreto Mauleón: No, procuro que no, lo que pasa es que son personajes que tienen esa melancolía pero que tampoco se regodean en ella. La manera de contarla hace que tú entres, como espectador, en una melancolía, pero ellos, en el fondo, están tirando para adelante. Están en un lugar en el que asumen su decisión.
No, no soy actriz de llevarme el personaje a casa. Si tienes un rodaje muy muy intenso de emoción a veces es difícil quitarte esa pena de encima, pero es algo como más físico para mí.
La Cronosfera: Lógicamente, al hacer la lectura del guión no ves ese blanco y negro tan impactante. ¿Cómo se plantea ese blanco y negro, como parte artística o como metáfora de esa melancolía?
Loreto Mauleón: El blanco y negro era una premisa necesaria para Alberto (Gastesi, el director). Él siempre cuenta que él se imaginaba la escena del piso en blanco y negro, y de ahí ya partía todo. Como que el blanco y negro no era un añadido de después para darle un tono o algo, no, él se lo imaginaba así. Es como que ya no se puede despegar de la película, tenía que ser así. Es verdad que luego nos da ese tono, también. Y, a lo mejor, como últimamente tampoco estamos tan acostumbrados ni al blanco y negro ni a los cuatro tercios de formato, nos trae la melancolía también con eso.
La Cronosfera: También me gusta mucho el piso vacío, que es la metáfora de cómo son esos personajes.
Loreto Mauleón: Creo que el espectador siente más melancolía que lo que nosotros teníamos pensando en un inicio. Y eso te hace concluir que estamos, como espectadores y como sociedad, muy sensibles a este tipo de cosas. Y como todo va muy rápido, y esto te lo digo a nivel personal, que como vamos con una vida todoterreno y tomando decisiones todo el rato, esta película como que se sostiene un poco en el aire y que lo que transmite es simplemente… vivir. Conectar con algo más sensible, y creo que por eso el espectador se siente como más blandito.
La Cronosfera: Ahora que hablas de suspender el tiempo en el aire, La quietud en la tormenta es una película para espectadores que amen el cine, que estén más acostumbrados a esa tranquilidad en la pantalla. Muchos espectadores lo agradecerán pero a muchos otros los sacará del relato.
Loreto Mauleón: Se toma sus tiempos, sí. Es curioso porque nosotros también pensábamos esto, y es súper válido, pero en muchos festivales de repente mucha más gente de todo tipo se acercaba a la película más de lo que nosotros pensábamos. Al hacerla teníamos la sensación de que fuera como más de autor, más de cine independiente, y luego llega a la gente de una manera que nos ha sorprendido mucho. Para bien. Sobre todo cuando ves, en el público, gente de 70 y gente de 20. Por eso creemos que hablamos de preguntas universales que nos hacemos todo el rato en la vida.
La Cronosfera: Esta película lleva tiempo haciendo recorrido por festivales, así que uno pierde un poco la noción de cuándo se empezó a rodar. ¿En qué momento eliges hacerla?
Loreto Mauleón: Primero me llamó Alberto para contarme que tenía una película y que quería mandarme el guión para que lo leyera y le dijera si me apetecía hacerla. Con esa llamada yo ya sabía que iba a hacerla. Había algo de confianza en él y en su criterio como cineasta que sabía que la iba a hacer. Le dije: ‘Sí, claro, mándamela y me lo pienso.’ Pero el ‘me lo pienso’ era por cómo lo hacemos, no si lo iba a hacer. Pero de ahí al guión definitivo fue pasando tiempo. El primer guión lo leí hace un par de años o así. O año y medio. De ese guión a lo que ha sido hay mucha diferencia, como siempre, pero yo sabía que me metía de cabeza en esto. Y lo he disfrutado muchísimo.
La Cronosfera: Te hemos visto en personajes absolutamente dispares, ¿qué tiene que tener un proyecto para que que quieras trabajar en él?
Loreto Mauleón: Que sea diferente al anterior ya llama mi atención. Tener la oportunidad de hacer papeles muy distintos entre sí es el mejor premio que puedes tener. Bueno, el mejor es trabajar, y el segundo mejor es poder trabajar en cosas diferentes. Lo que tiene que tener es que yo lea el guión y me mueva algo dentro. Y que quiera contarlo yo, darle voz a ese personaje y poder contar esa historia. Me ha pasado estar en un tren leyendo un guión cayéndome las lágrimas y pensar: ‘¿Cómo no vas a hacer esto?’. Cada cosa tiene su enganche y esta tenía algo muy especial, que no sé muy bien cómo explicar, pero que viendo la película se ve que no es una más.
La Cronosfera: Atantxa, de Patria, ¿te cambió la vida? ¿Fue un antes y un después en tu carrera?
Loreto Mauleón: Fue un antes y un después sobre todo porque nos dio a todos una visibilidad que antes nos teníamos. Empezando porque la plataforma llegaba a muchísimos sitios y, si no me equivoco, era la primera vez que yo hacía algo para una plataforma. No había tenido la oportunidad de tener esa visibilidad. Y luego, porque fue un proyecto muy importante a nivel de que todo el mundo hablaba de ello y era muy necesario. Para mí fue muy especial. Me sentí sumamente privilegiada de haber podido tener ese personaje. Es muy difícil que en la profesión te toque algo tan bonito. Fue mágico.
La Cronosfera: Y Los renglones torcidos de Dios también fue otra gran oportunidad.
Loreto Mauleón: También. Un guión muy chulo, una dirección de Oriol maravillosa, con un reparto increíble. De repente me vi ahí y dije: »Madre mía!’ No sé, no dejo de sorprenderme y creo que eso también es bueno. Por lo menos a mí me parece que acostumbrarse a esto es imposible.
La Cronosfera: Me encanta tu personaje en Express.
Loreto Mauleón: Sí, es divertido. Para mí fue como romper y hacer otra cosa diferente. Incluso por cómo iba vestida era otra cosa.
La Cronosfera: ¿Dónde te veremos próximamente?
Loreto Mauleón: Lo último que tengo por estrenar, el año que viene tal vez, o éste incluso, no lo sé, es la segunda película de Carlota Pereda (directora de Cerdita), que se llama La ermita. He participado en ella y creo que será una película que dará que hablar. Carlota es maravillosa, tiene un talento descomunal y es una bellísima persona y haber participado en ella ha sido otro regalo más. Ha sido algo muy complicado pero creo que ha merecido la pena.
Silvia García Jerez