HYSTERIA IN BOOTHILL: Terror con Realidad Virtual
HYSTERIA IN BOOTHILL
Hysteria in Boothill es la nueva atracción de PortAventura, parque de atracciones situado en Salou, en la provincia de Tarragona. Un parque enorme, de 117 hectáreas y 6 áreas temáticas -China, Mediterránea, Lejano oeste, Polynesia, México y Sésamo Aventura- que lo hace irresistible para los amantes de estos centros de diversión. Más de 40 atracciones entre las que se encuentran las míticas Dragon Khan, Shambala, Furius Baco, Uncharted, abierta el pasado año pero ya está consolidada como un clásico y una visita obligada, o Red Force, en el parque de Ferrari Land.
A todas ellas se les ha añadido este mismo 2024 una nueva atracción, a modo de pasaje del terror, que todo el que visite el parque debe probar: Hysteria en Boothill, una experiencia híbrida que mezcla la Realidad Virtual más actualizada gracias a las gafas de computación espacial Meta Quest 3 a través de las cuales podemos ver las creaciones digitales diseñadas para la atracción sin perder nunca la referencia del espacio real en el que estamos y que vamos a recorrer. Una pasada, la verdad.
Inaugurada el pasado 19 de agosto en el área del Lejano Oeste, según dejas a tu espalda el conglomerado del Uncharted y el tiovivo, desde los primeros pases ya empezó a impactar a quienes la probaban. Lógicamente no pueden entrar niños. Es un pasaje del terror y los más pequeños que están autorizados a adentrarse en él son los que tienen entre 12 y 14 años. Y no pueden ir solos, han de estar acompañados de algún adulto.
Lo primero que vamos a hacer es recorrer sus pasillos iniciales hasta llegar a un recibidor en el que unas huellas de pies indica dónde debe posicionarse cada visitante. Una vez allí nos darán las gafas y los auriculares. Te aconsejarán quitarte las gafas pero si no ves bien y las necesitas puedes tenerlas puestas. Y será recomendable para no perderte ni un solo detalle de lo que va a ir apareciendo ante tus ojos. Y con los auriculares comenzarás a escuchar la proyección que dará paso a la historia de la familia McGregor, que desapareció de su casa de Penitence hace una década, dentro del s. XIX en el que ocurre cuanto vemos.
Nuestro cometido será el de asistir a la sesión de espiritismo de Madame Bladsky para poder conocer a la familia en el Más Allá y, una vez que los hayamos visto, intentar localizar sus cuerpos dentro de la casa en la que hemos entrado. Por lo tanto, tras ver el vídeo de introducción, pasamos al salón donde tendrá lugar la sesión de espiritismo. Y veremos a Madame Bladsky y seremos testigos de cuáles son sus métodos para contactar con los difuntos. A los que también veremos… ¡Menudos sustos nos van a dar!
Está realmente bien hecho el pasaje del terror de Hysteria in Boothill. Vamos a llevarnos unos cuantos sobresaltos mientras paseamos por la casa, alrededor de los objetos que sí están allí y que tenemos que esquivar. Mezcla de realidad y realidad virtual. La tecnología ha avanzado muy rápido en los últimos años y la Realidad Virtual es capaz de ofrecernos diversión a distintos niveles.
Tomorroland, en el WiZink Center de Madrid nos adentra en un mundo completamente ficticio -nada de realidad hay en él-, con el que podemos interactuar, tocando ciertos elementos de cuanto vemos con las gafas VR y obteniendo de ellos las figuras que salgan de su interior. Es otro ejemplo de cómo entretener con esta tecnología audiovisual. En Hysteria in Boothill la tecnología se nos muestra de forma híbrida, y lo que se nos va apareciendo según vamos recorriendo el camino en la casa es espeluznante, con sustos de distinto orden y a diferentes niveles, ya sea lejos en el espacio o justo delante de ti. Los espíritus están muy bien diseñados y sólo verlos nos genera el rechazo que produce una imagen tan tétrica pero el aplauso mental que celebra el buen trabajo de los técnicos que han sido capaces de lograr que los veamos de esa manera.
Sólo hay dos pegas que ponerle a Hysteria in Boothill: que dure tan poquito -10 minutos, el standard de un pasaje del terror, pero se hace corto de lo mucho que se disfruta- y que no nos hagan una foto durante el recorrido a los visitantes como sí ocurre en otras atracciones. Sería una gozada poder tener nuestra foto con las gafas puestas reaccionando a los sustos que sólo nosotros podemos ver con ellas.
Recordad que al ser un pasaje del terror es de pago. Es lo normal. No siempre ocurre, en el Parque de Atracciones de Madrid hay cinco incluidos en la entrada general, pero no es lo habitual. Y las entradas para ver Hysteria in Boothill cuestan 7 euros por persona, pero los vale. Es una experiencia totalmente nueva dentro de la Realidad Virtual y merece la pena echarle un vistazo y comprobar hasta qué punto la tecnología ha avanzado para poder ofrecerte experiencias como ésta.
PORTAVENTURA EN HALLOWEEN
A pesar de que Hysteria in Boothill se inauguró en agosto, y de que cualquier momento es bueno para disfrutar de este pasaje del terror, es lógico pensar que la época más adecuada para verlo, para vivir la experiencia que ofrece, es en mes de Halloween, que en PortAventura se ha extendido del 21 de septiembre al 10 de noviembre.
Así como Parque Warner y Parque de atracciones de Madrid acaban la temporada de Halloween el 3 de noviembre, los visitantes que acudan a PortAventura hasta el domingo 10 de noviembre se encontrarán con toda la ambientación propia de la época más terrorífica del año: esqueletos, calabazas, maizales y varios personajes deambulando sobre todo por la zona del Lejano Oeste para deleite de quienes paseen por ella. Frankenstein, el hombre sin cabeza o la reina de todos ellos: la niña de El exorcista.
Con la cama incluida en el disfraz, la Regan del parque de atracciones catalán es todo un espectáculo. Imposible tener más carisma que la actriz que la interpreta. Ya desde los vídeos en las redes sociales se veía que era el alma de la fiesta, y en persona es aún mejor, porque te das cuenta del terremoto de intérprete que es. Estupendamente maquillada y con un desparpajo inmenso, arranca carcajadas a quienes se acercan a su cama, que por supuesto tiene la numeración 666 a sus pies y en su cabecera. Improvisa chistes, canta, da vueltas en su cama como la niña endemoniada que es… Es tan buena que la localizaréis rápidamente porque es la que atrae más público para fotografiarse e interactuar con ella, tanto es así que inicialmente no puedes verla, sólo te llama la atención el grupo de gente que la rodea, que la está grabando y que se lo pasa de maravilla con ella. Menudo acierto por parte del parque incluir este personaje.
ATRACCIONES EN PORTAVENTURA
Y como uno va al parque de atracciones no sólo a disfrutar con su ambiente o a probar sus novedades, también para disfrutar las que ya conocía, no te puedes marchar de PortAventura sin montarte en la maravillosa Shambala, que es una gozada desde su inclinadísima subida inicial, o en la supersónica Furius Baco, una delicia que en sus 40 segundos de duración tiene tiempo para ponerte al límite. Y por supuesto, en la obra maestra que es Uncharted.
Una obra maestra de concepción, de diseño y de realización. Es una montaña rusa única, diferente a todas y siempre muy disfrutable, con giros y caídas que cada vez que te montas te sorprenden por su perfección y su belleza. Pero esta vez, tan sólo un año y medio después de su apertura, hemos notado que hay cosas fallan en ella. En el recorrido previo a la atracción en sí la luz estaba bastante estropeada y apenas se veía por dónde tenías que continuar; las pantallas que te contaban la historia de los personajes no funcionaban y el humo que se supone que ha de salir en determinado momento al contarte un personaje algo al respecto a él, no hacía su aparición. También alguna que otra pantalla en el recorrido de la montaña rusa estaba paralizada.
Uncharted era perfecta por el ambiente que creaba desde la entrada, ya que es una atracción interior con buena parte de su atractivo concentrado en la capacidad para meterte en la situación de aventura que estaba presente en el videojuego y posteriormente en la película. Y es una lástima perder eso. La ‘rideada’ sigue intacta en cuanto a ritmo y precisión mecánica, pero que falle la parte artística es decepcionante.
Pero esa no más que una pequeña pega dentro de un parque es fabuloso, que siempre es ilusionante y por el que es una gozada caminar. Tiene de todo y para todas las edades. Y los mayores también pueden disfrutar de las atracciones para niños, porque menuda joya es Street Mission, una delicia en la que los personajes de Barrio Sésamo, capitaneados por el detective Coco, serán los protagonistas. Y nos lo pasaremos pipa intentando capturar Cookies, es decir, las galletas propias de El Monstruo de las Galletas, que fue el apelativo con el que toda una generación conoció a Triki, viendo a Epi y a Blas y visitando de nuevo del Barrio que tanto nos acompañó en las tardes de nuestra infancia.
Atracciones, tiendas, espectáculos, restaurantes… no falta de nada para pasarlo bien en PortAventura. Un día o dos, tú eliges. Mi elección sería una semana. O un mes. Pero eso sí que, lástima, no puede ser.
Silvia García Jerez