ENOLA HOLMES: La brillantez de la hermana pequeña
Enola Holmes es una película. Parece una obviedad afirmar esto pero creo que hay que dejarlo claro antes de que alguien la busque en Netflix, que es la plataforma en la que puede encontrarse, pensando que se trata de una serie. No, es un largometraje y dura dos horas.
Enola Holmes está basada en las novelas de Nancy Springer, que se centran en el personaje de la hermana adolescente del que naciera en 1887 de la imaginación de Sir Arthur Conan Doyle, Shelock, detective privado de ficción que resuelve dificilísimos casos en la Inglaterra del s.XIX.
Enola es su hermana pequeña, una niña especialmente perspicaz que nada tiene que envidiarlo, y las aventuras que relata este film producido por Netflix están contenidas en el primero de los seis libros que la autora ha dedicado a esta heroína que no concibió Conan Doyle pero que bien podría haberlo hecho: El caso del marqués desaparecido.
En él, en el caso que nos ocupa en esta película, que no sabemos si tendrá continuación con las siguientes adaptaciones, cuenta la historia de Enola, de su familia, de cómo sus hermanos, porque también está Mycroft, la dejan sola con su madre tras el fallecimiento de su padre, y cómo ella, su progenitora, se vuelca en la educación, exquisita pero poco ortodoxa, de la pequeña.
Así las cosas, sus hermanos vuelven a casa en un momento convulso en el que la madre ha desaparecido y Enola pretende encontrarla, pero Mycroft (Sam Claflin), su tutor en estas circunstancias, decide que su futuro no está en resolver casos sino en ser educada como una señorita con buenas costumbres, para lo cual pretende recluirla en la institución que ya tiene pensada. Pero Enola enfoca su camino hacia su objetivo, del que solo la desvía un pequeño detalle: su encuentro con un joven Marqués en peligro por una conspiración de la que ella también querrá salvarlo.
Lo cierto es que Enola Holmes es una delicia. El diseño de su cartel es un collage y anuncia muy bien ante qué clase de película estamos, una en la que su fondo es tan profundo, muy político incluso, como el de las películas y las historias de Sherlock Holmes, por lo tanto, no hay que subestimar que la protagonista sea su hermana pequeña.
Aunque si su fondo es una exposición de la realidad social que se vivió en Inglaterra a comienzos del s. XIX, su forma es todo un abanico de recursos visuales para hacer el viaje lo más atractivo posible a la audiencia joven que considera Netflix como la única plataforma posible en la que estar suscrito y, por otra parte, no conozca al famoso detective de origen literario.
Enola Holmes comienza con su protagonista, interpretada por Millie Bobby Brown, la niña que fue, es y será la Eleven de Stranger Things, también serie de Netflix, que aquí nada es casualidad, yendo en bicicleta por la campiña de su casa y dirigiéndose al público, mirando a la cámara, para ir contándole la historia directamente. De este modo, por si ésta fuera compleja, ya tiene a los espectadores involucrados.
Enola nos cuenta entonces que su nombre es Alone, Sola en inglés, pero escrito al revés. La razón de que esto sea así es que su madre, Helena Bonham Carter en esta ficción, es una amante de los juegos de palabras. Y si hace uno con el nombre de hija, qué no hará con su propia vida. Por lo tanto, la resolución de su desaparición va a tener mucho de juego en su organigrama.
Es lo que espera el espectador que conozca al personaje original, así que si su hermana ha merecido una historia propia será porque su talento está a esa misma altura.
Más adelante, unido a la prostroducción de la película y al ritmo con el que está contada, Enola va a ir resolviendo el caso, o los casos que se le presentan por el camino, que el del Marqués se le une al de la desaparición de su madre, y con ambos entrelazados la narración se convierte en una fiesta, en una mezcla de un guión magnífico, una actriz sobresaliente y un conjunto de resoluciones visuales, intertextos del cine mudo, animaciones de collages… que hacen de ella una película tan interesante como entretenida.
Y cuenta con un reparto muy llamativo. Henry Cavill, el Superman de Batman vs. Superman: El amanecer de la Justicia, es Sherlock Holmes, y a él lo acompañan algunos de los actores más consolidados de la escena británica e irlandesa, caso de Fiona Shaw o Frances de la Tour, además de la ya citada Helena Bonham Carter, musa y pareja durante años de Tim Burton.
Pero la protagonista indiscutible es Millie Bobby Brown, una jovencita que nació en Málaga aunque a los cuatro años empezó a viajar por Inglaterra o Los Ángeles, viviendo en ambas ciudades, y despuntando en ésta última cuando fue elegida para convertirse en Eleven, en Stranger Things. El estrellato la estaba esperando y en breve intervino en un pequeño papel en Godzilla: El rey de los monstruos, una producción de Warner Bros. en la que Vera Farmiga interpretó a su madre.
Enola Holmes fue su siguiente proyecto, y ha cuidado su trabajo al máximo, empezando por un brillante acento británico que dejará asombrado a quienes la vean en su versión original, y siguiendo por esa mezcla de desparpajo con el espectador y de concentración absoluta cuando su mirada cambia de la cámara a la escena en la que está inmersa.
El montaje, de Adam Bosman, es una filigrana en la que todo encaja, en la que cada plano está en pantalla lo justo y en la que pasado y presente se mezclan de la forma más precisa, y la banda sonora de Daniel Pemberton, una maravilla que conjuga a la perfección sus notas con las imágenes a las que acompaña.
Harry Bradbeer dirige la cinta, y para él Enola Holmes supone su ópera prima, ya que tiene una larga carrera como responsable de decenas de capítulos de series, caso de Fleabag, pero nunca se había adentrado en el terreno del largometraje, hasta ahora, que firma un trabajo magnífico y nos ofrece una historia tan atractiva como maravillosamente construida que bien podría haberse estrenado en salas pero que al estar disponible ya en la plataforma más conocida de todas es de justicia animar a todos los espectadores, jóvenes y adultos, a conocer, especialmente, a este nuevo miembro de la familia.
Silvia García Jerez