¿ES EL ENEMIGO? LA PELÍCULA DE GILA

¿Es el enemigo? La película de Gila resulta excepcional desde su inicio hasta su emocionante final. El hecho de tener tan reciente Saben aquell, la cinta sobre cómo Eugenio llegó a ser otro de los cómicos imprescindibles en España no debería empañar el estreno de ésta.

La película de David Trueba protagonizada por David Verdaguer ha quedado impresa en el imaginario colectivo como una joya de culto y pareciera que ésta se hubiera rodado al albur del éxito de aquella, pero cuando se ven ambas se llega a la conclusión de que nada tienen que ver entre sí. Ni en historia ni en tono. La primera es muchísimo más oscura que esta visión de la guerra a través del prisma de la comedia, pero cuando tenemos dos títulos que nos cuentan las vidas de los dos humoristas más importantes de la transición tan cerca uno del otro es inevitable que el segundo, por serlo, pueda salir más perjudicado. Aunque sea tan espléndido como el primero.

¿Es el enemigo? La película de Gila está narrada en voz off por su protagonista, el Miguel Gila que aún nadie conocía. Ese que vivía con sus abuelos en Chamberí y se alistó en la guerra como militante de las Juventudes Socialistas Unificadas como voluntario republicano empujado por la pasión de su amigo Pedro Tabares (fabuloso Carlos Cuevas), entusiasmado ante la idea de salvar el mundo de quienes los estaban empezando a oprimir. Un Miguel Gila amante del dibujo, de los chistes en viñetas que le ayudaban a escapar de esa espantosa realidad. A él, que los dibujaba y a aquellos a quienes se los regalaba.

¿Es el enemigo? La película de Gila nos cuenta cómo llegó Miguel a ser Gila. Cómo la guerra lo cambió para siempre. Cómo sobrevivir a ella se convirtió en el escudo con el que haría reír a España.

Es decir, la película se centra en el episodio bélico, en los años que estuvo en el frente, el fusilamiento que no no lo mató y un breve apunte sobre los campos de concentración españoles a los que fue enviado. Nada de su vida personal más allá de la relación con sus abuelos, sobre todo con su abuela (Adelfa Calvo), una mujer recia que demostraba su cariño con la mano en alto.

Y toda la narración de la guerra, en la que Miguel Gila hace gala de un humor surrealista único, del que más tarde todos fuimos testigo, nos la muestra Alexis Morante, el director de la película, con una ternura que nos adentra con enorme facilidad en la contienda y en lo que ella se vivía. En sus memorias, Gila asegura que nunca cejó en su empeño de encontrar a Pedro Tabares en el campo de batalla, y también ese es el leitmotiv de la cinta, la amistad inquebrantable entre los dos jóvenes que creyeron que todo en la guerra sería mucho más fácil. Y más rápido. Tardarían en aprender que ni una cosa ni la otra podrían ser.

Óscar Lasarte, en la que es su primera incursión en el cine, se transforma en Miguel Gila y nos ofrece una interpretación colosal del cómico. Su tono, su acento… habla exactamente igual que lo hacía el genio. Y no tenemos más remedio que rendirnos ante su trabajo. Él forma parte de las piezas que hacen de ¿Es el enemigo? La película de Gila la gran película que es. Porque el resultado de cuanto vemos en la pantalla es una responsabilidad compartida. Es muy triste que de un conjunto sólo resalte un intérprete, o la fotografía, o la banda sonora. Aquí todo funciona, todo encaja, gracias a un guión magnífico firmado por Alexis Morante y Raúl Santos inspirado en El libro de Gila. Antología cómica de obra y vida del propio cómico, a una dirección asombrosa del primero -ese travelling circular alrededor de la hoguera en el primer escenario de la guerra- y al resto de quienes han aportado su granito de arena para crear una comedia dramática a la que nos vamos entregando con deleite a cada segundo de proyección.

¿Es el enemigo? La película de Gila es una preciosidad, una cinta emotiva con la que vamos a reír pero también a llorar. Una película fabulosa que nos recuerda que Gila fue un genio desde antes de que supiéramos que lo era, aunque ya había publicado sus viñetas y era conocido, pero no gozaba aún de esa monumental fama, de esa leyenda que llegaría a ser y de la que pudo disfrutar en vida. Cuando la vida, por esa segunda oportunidad que tuvo en la guerra, realmente comenzó para él.

Silvia García Jerez