EL MURO DE BERLÍN: Un mundo dividido

Un fragmento del Muro de Berlín 
te espera al inicio de la exposición El muro de Berlín. Un mundo Dividido.
Un fragmento del Muro de Berlín
te espera al inicio de la exposición

Así es como se titula la exposición que puede verse en el Canal de Isabel II, El Muro de Berlín. Un mundo dividido, y está muy bien titularla de esta manera porque ese es precisamente el periplo que vamos a atravesar en ella: un viaje desde la II Guerra Mundial hasta nuestros días pasando por la Guerra Fría, un recorrido por el mundo dividido entre el capitalismo y el comunismo que nos llevó a todos al borde de la destrucción nuclear.

Nada más entrar a la exposición de la Fundación Canal te entregan las audioguías con las que vas a poder recibir información a cada paso que des. Dividida en seis bloques, cada uno de ellos ordenados por números que siguen la correspondencia de vitrinas y paneles enumerados de la audioguía, vamos a ir desmenuzando el pasado más reciente del mundo para saber por qué llegó a levantarse ese Muro y cuáles fueron las consecuencias de tan histórico hecho.

Sección de uno de los túneles para escapar de la RDA.  Elmuro de Berlín. Un Mundo Dividido
Sección de uno de los túneles para escapar de la RDA

Lo primero con lo que vamos a toparnos es con un fragmento real del Muro. Un fragmento del Muro de Berlín para comenzar, para ponerte en situación. Y después, una sala en la que te envuelven las pantallas con las retransmisiones en directo del momento en que sucedió la caída del mismo, el 9 de noviembre de 1989. Reporteros de todo el mundo daban cuenta, en emocionantes directos, de cómo la gente se subía a él, cómo otros lo rompían y cómo se reencontraban los vecinos de ambos lados, separados durante casi tres décadas.

Rollo original de alambre de espino, 
objeto número 21 de la audioguía.
Exposición El mudor de Berlín. Un mundo Dividido
Rollo original de alambre de espino,
objeto número 21 de la audioguía

En efecto, cuesta creerlo. Y si cuesta creerlo hoy imaginemos cómo fue para los perjudicados intentar asimilarlo. Era imposible… O no tanto, porque El Muro de Berlín. Un mundo dividido, nos acerca también a esos momentos para la población, que pensó que era imposible que tal Muro se levantara, que no pudieran cruzar más al otro lado, que no pudieran acceder a sus casas de campo. Era una locura, pero se materializó durante muchísimo tiempo.

Testimonios, vídeos, más de 300 objetos originales, todo expuesto con un gusto exquisito para que no nos falte detalle histórico con el que configurar una época negra para el mundo. Y sí, hay que decir que El Muro de Berlín. Un mundo dividido es una exposición muy intensa, completamente inmersiva en las últimas décadas de la humanidad. Desde que dejamos atrás ese inicio, esas pantallas que recuerdan cómo se acabó con esta infamia, nos adentramos en la II Guerra Mundial, el lanzamiento de las bombas atómicas, la llegada de los Aliados al Berlín de 1945 o la Guerra Fría.

Y ya no paramos de conocer detalles apasionantes que nos acercan a un mundo que conocemos por los libros de Historia, por los documentales y películas que hemos visto, pero que no habíamos tenido la oportunidad de ver tan de cerca. Ni siquiera quienes hayan estado en Berlín viendo los restos del Muro, porque los objetos que tenemos en esta exposición son únicos y de imposible acceso para nadie que no se haya dedicado a recopilarlos.

Una hebilla de cinturón, otro de los objetos originales que podemos ver en la exposición El Muro de Berlín. Un mundo dividido.
Una hebilla de cinturón, otro de los objetos originales
que podemos ver en la exposición

Identificaciones policiales, una hebilla de cinturón de la Policía alemana, un colador hecho con un casco de acero, rollos de alambrada, y hasta una sección de un túnel secreto construidos bajo el Muro, de los varios que se hicieron, para poder huir de la vigilancia de la Stasi. Hasta 254 personas pudieron escapar gracias a ellos.

Objetos que, como decimos, son imposibles de conseguir por ciudadanos normales por muy entregados a la historia que estén. Por eso es tan fabuloso verlos recopilados en una exposición tan completa en la que te cuentan cómo los alemanes trataban de huir pero la Stasi, el Ministerio para la Seguridad del Estado, la Policía del régimen, interceptaba a los que se fugaban y los interrogaban para conocer sus métodos, ya que si alguien había hecho eso, eso mismo se repetiría. Y querían evitarlo, y evitaron muchas huidas de esta manera.

Una de las proyecciones sobre el Muro de Berlín reconstruido para la exposición
Una de las proyecciones sobre el Muro de Berlín reconstruido para la exposición

El Muro de Berlín. Un mundo dividido es una exposición apasionante, sobre todo si te gusta la Historia, porque te vas a empapar bien de ella hasta nuestros días, pudiendo comprobar cómo afectó aquello a la vida diaria de quienes vivimos, por ejemplo, el nacimiento de los primeros ordenadores. La visita dura de media 120 minutos, que pueden ser más si aprovechas bien cada vídeo, cada testimonio, y te entregas con detalle a cuanto te ofrecen las salas. Una exhaustiva reconstrucción de una época en la que el mundo pendió de un hilo y muchos fuimos testigo de parte de los acontecimientos que aquí vamos a ver reflejados. Una exposición histórica, en los dos sentidos de la palabra, y una de las mejores que puede verse ahora mismo en Madrid. Por tiempo limitado, eso sí. Aunque todavía podéis verla ya que estará en la Fundación Canal hasta la primavera de este mismo año. Aprovechadla, que merece mucho la pena.

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Silvia García Jerez

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