El Hombre Invisible: El monstruo que (por fin) nos merecíamos
El Hombre Invisible está a punto de estar en las grandes pantallas de todo el mundo, y de momento, ha gustado a la crítica general: Un aprobado raspado para algunos, un intento de reinventar con éxito un personaje olvidado para otros. Sin embargo, hay que ponerse en contexto para entender todo lo que es y ha conseguido un remake de este calibre.
Que Universal decidiese sacar a sus “monstruos” en una época en la que los remakes y franquicias copan las posiciones más altas de la taquilla mundial fue un movimiento normal y lógico. Que ese plan consistiese en hacer un Universo compartido a lo Marvel y DC, fue algo más descabellado.
Si bien ‘La Momia’ que nos trajo Tom Cruise -hay que obviar ‘Drácula: La Historia Jamás Contada’, que se quedó fuera de la narrativa en un primer capítulo de una muerte cinematográfica anunciada- no fue para muchos una película redonda, lo cierto es que sí sentaba las bases de un universo que tenía mucho que ofrecer. De hecho, ya había primeros nombres para los monstruos venideros, desde Javier Bardem como Frankstein a Johnny Depp como El Hombre Invisible.
Y aquí conectamos con el presente: En una serie de malas decisiones Universal eligió un cambio de rumbo que respetaba los reboots, aunque se alejaba totalmente de los planes de conexión entre películas. Así, la factoría decidió apostar por el terror en cintas únicas con un enfoque propio del director en cada película -ejem, Marvel-, que llevase la experiencia de terror a revitalizar el fenómeno de sagas como ‘Expediente Warren’ o ‘Insidious’.
Precisamente es el director de la tercera parte de Insidious, Leigh Whanell, el que firma esta película que contra el pronóstico de muchos seguidores consigue aprobar con nota: Terror en estado puro y actual que consiguen un resultado más que digno si se compara con lo que podría haber sido. Una atmósfera claustrofóbica, que te hace fijarte en cada plano por si ves algo que la protagonista no ve. Sin duda, todo un acierto dirigido al monstruo en cuestión.
Monstruo que, por otra parte, se establece dentro de unos cánones actuales terroríficamente reales: Un maltratador que no parará hasta convertir la vida de su novia en un auténtico infierno. ¿Es la invisibilidad un metáfora que evoca directamente a la problemática social? Es una idea potente, aunque el ritmo de thriller que va tomando la película a través de su metraje hace que quede al juicio del espectador.
Ahí entra directamente Elisabeth Moss, que no se conforma con aportar la carisma que trae desde la revolucionaria ‘El Cuento de la Criada’ y acaba haciendo un trabajo espectacular dentro del mundo que el director establece para esta nueva historia.
Muy alejados del clásico de aquel forastero de 1933 que llegaba a un pueblo con la cara llena de vendas, ‘El Hombre Invisible’ llega a nuestras pantallas como el buen desenlace de una historia enturbiada por los cambios de planes en la que todas las piezas acaban funcionando a la perfección. Una mundo construido al detalle por y para la figura creada por H. G. Wells, con una interpretación que atrapa y que no se deja seducir por los sustos simplones que nos llevan presentando las productoras desde hace unos años. Además -¡no spoilers!- los más atentos pillarán detalles de un blockbuster que puede que no se conforme con quedarse en una película única.