DEVUÉLVEMELA: Terror al más alto nivel

Devuélvemela supone el regreso a la gran pantalla de los hermanos Philippou, Danny y Michael, responsables del éxito de terror del 2022 Háblame, una película que sorprendió al mundo y lo dejó alucinado y a la espera de consolidar en el cine con un trabajo posterior lo que ya habían iniciado en YouYube con su canal RackaRacka, llamado así por su suburbio natal, Pooraca, en Adelaida, Australia. Tras seis años de éxito con él, y más de seis millones de seguidores, se pasaron a producciones mayores, más allá de las plataformas en las que demostraron que podían, perfectamente, acometer proyectos más ambiciosos.

Háblame se desarrolla entre el mundo de los vivos y el de los muertos, y en Devuélvemela regresan a ambos lados de la existencia pero de una forma mucho más adulta, más compacta y mejor elaborada. La primera gustó a un público muy entregado a su resultado pero en el fondo no era sino una cinta funcional acerca de un nuevo tipo de Ouija -que llegaba al inframundo a través de una mano de escayola en lugar de un tablero con el abecedario-, entre unos chicos jovencitos a los que el experimento… y la diversión, porque para la mayoría de ellos, excepto para la protagonista, no era más que eso, se les descontrolaba de una manera, literalmente, infernal.

Laura (Sally Hawkins) midiendo a los recién llegados ante la atenta mirada de su nuevo hermano

Ahora, con Devuélvemela, los hermanos Philippou nos acercan a una casa tenebrosa, rodeada de un círculo blanco del que debemos sospechar con fuerza, en la que vive Laura (Sally Hawkins), una mujer aparentemente encantadora que adopta a dos hermanos que se han quedado huérfanos: el mayor, Andy (Billy Barratt), y Piper (Sora Wong), la más pequeña, de ascendencia asiática y aquejada de ceguera. Llegan juntos a la casa por petición de Andy, que no quería que los separaran y, una vez allí, conocen a su nuevo hermano, Ollie (Jonah Wren Phillips), un chico que ya estaba allí, y está rapado, más bien desnutrido y con una actitud poco amigable debido a una posible timidez que aún no sabemos, como espectadores, a qué corresponde exactamente.

Pero ya lo sabremos. Aunque no nos vaya a gustar la respuesta. O sí, si nos apasiona el género cuando alcanza niveles extremos. Porque la crueldad que contiene es directamente proporcional a la calidad de la película. Devuélvemela es, al igual que lo fueron A L´Interieur (2007), Frontière(s) (2007) o Martyrs (2008) dentro de la corriente del cine de terror extremo en Francia, un ejemplo de ese cine de culto que no tiene miramientos a la hora de llevar sus historias al lugar que la narrativa requiere. Y si hay que mostrar imágenes desagradables, e incluso perturbadoras, sus directores se arriesgan y las incluyen.

La película cuenta con momentos escalofriantes

Devuélvemela no desecha los riesgos. Se agarra a ellos de una manera sobrecogedora, y lo que en un principio podría parecer un relato más de una casa en la que cosas no se desarrollan como deberían se va tornando un film oscuro que profundiza en la psique enferma de una mujer sin escrúpulos a la hora de conseguir lo que se propone. Y lo que se propone es algo espantoso en cuyo proceso los hermanos Philippou no nos ahorran detalles. Todo lo escabrosa que podía ser la película, lo es. Todo el mal rollo que podría dar, lo da.

Devuélvemela es una película para espectadores curtidos en los sótanos del cine más turbio. Cuenta con unos efectos de maquillaje asombrosos que a más de uno le pueden causar una impresión importante, pero sobre todo tiene a una protagonista femenina, la actriz inglesa Sally Hawkins, que es capaz de crear una composición de personaje descomunal, tan radical que nos deje pegados a la butaca.

No es, Sally Hawkins, una intérprete muy conocida, más allá de La forma del agua, pero nos ha dado interpretaciones inmensas como las de Blue Jasmine, Happy, un cuento sobre la felicidad o la de la extraordinaria The lost King, basada en la historia real de la mujer que encontró los restos perdidos de Ricardo III. Hawkins lo mismo nos da un perfil delicioso que uno macabro, y en esta ocasión nos ofrece ambos, una doble cara espeluznante que asusta más a medida que vamos conociendo su secreto. Tal vez, no es exagerado afirmarlo, sea éste su mejor trabajo.

Devuélvemela es una pieza de la mejor orfebrería de terror posible. Una obra firmada por dos autores que aman el cine de género y quieren darle a los que también lo adoran un título a la altura de sus exigencias. Y lo consiguen. Y nos regalan una genialidad inolvidable, una película que hará Historia y que será un referente para futuras generaciones.

Silvia García Jerez

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