CAROLINE MUNRO: Aún no me creo haber sido Chica Bond
Caroline Munro, la actriz inglesa que fue Chica Bond en La espía que me amó, que trabajó para la productora Hammer junto a Christopher Lee y que se ha codeado con genios como Brian Clemens o Ray Harryhausen, ha recibido el Norturna de Honor en la V edición del festival de cine fantástico de Madrid. La Cronosfera repasa con ella su carrera y recuerda tantos títulos míticos de los que forma parte inseparable.
La Cronosfera: ¿Cómo se siente con este premio que le otorga Nocturna sabiendo además que es la primera mujer que lo recibe?
Caroline Munro: Es maravilloso, de verdad. Primero porque no tenía ni idea de que era la primera mujer en recibirlo y segundo porque mi trabajo ha generado la suficiente diversión y admiración como para que me lo quieran dar. Y eso es extraordinario. Estoy encantada. ¿Sabes de algún otro actor que lo haya recibido?
L.C.: Robert Englund.
C.M.: ¡Robert Englund! Lo conozco. Es genial estar en la misma lista que él. Me siento muy honrada.
L.C.: ¿Cómo recuerdas haber sido una de las primeras Chicas Bond?
C.M.: Fue alucinante ser elegida para el papel de Naomi. Me llamó mi agente para que fuera a la entrevista con Albert Broccoli, el productor, y más o menos inmediatamente me ofrecieron el papel. El papel tenía la longitud suficiente para hacerlo mío y para poder participar en una saga que cuando entró Roger Moore como el nuevo Bond ya se había vuelto universal. Así que que que me ofrecieran un papel en esa saga me sigue pareciendo increíble. Hace 40 años de la película y aún no me creo que llegara a hacerla. 40 años ya. Y yo tenía entonces 10. (Risas) No, era un poco mayor. Pero es increíble la magnitud de la franquicia. Ahora con Daniel Craig está compitiendo con Jason Bourne. Eso es bueno.
L.C.: ¿Cómo fue trabajar en la Hammer?
C.M.: Fue como trabajar en una familia. A mí me ofrecieron un contrato. Me lo ofreció James Carrera, el director del estudio, del que luego se hizo cargo su hijo Michael. Y fue extraordinario. Creo que había dos personas contratadas en la Hammer en esa época, Jane Bryan y yo, porque no contrataban a nadie para hacer películas. A mí me ofrecieron un par de títulos para rodar con ellos. Uno fue Capitán Kronos, cazador de vampiros, que me encanta. Me encantó trabajar con Brian Clemens, el director y guionista, un hombre especialmente inteligente.
La otra fue Drácula 1973, que para mí fue un punto de inflexión porque yo no era una actriz con mucha experiencia. Yo había estado en rodajes, había estado observando mucho, hice una película en España en el 68, así que había tanteado el cine, pero trabajar con Christopher Lee en esa película pequeña de la Hammer me hizo darme cuenta de que quería dedicarme a la interpretación y aprender más acerca de la profesión.
Esas dos películas de la Hammer fueron muy importantes para mí, y de alguna manera son también como las películas de Bond, un auténtico legado. Hicieron películas increíbles, con poco presupuesto, para los que hay ahora, pero las rodaban en cuatro semanas. Y todos los efectos especiales, la sangre y todo lo demás, se rodaba allí, delante de la cámara, sin CGI. Para mí eso era el arte de hacer películas. Y muchos de los directores españoles que hacen cine de género lo siguen haciendo así. Y eso es maravilloso porque no se puede fingir. El CGI es estupendo, puede ser mágico, pero no hay nada como la humanidad que le otorga a una película rodarla toda en el momento y asistir a la reacción real del actor a lo que estás haciendo. Soy muy de la vieja escuela. Y es que ves las películas que se hicieron así y te das cuenta de la longevidad que tienen.
Quería añadir que con la ayuda de Christopher Lee conseguía meterme en el papel. En el momento del rodaje yo era ese personaje. Supongo que eso se puede aprender pero yo lo sentía. Con ese vagaje y a través de Brian Clemens, que escribió el guion de El viaje fantástico de Simbad, convenció a Ray Harryhausen, el genio de los efectos espeailes, y a Charles Schneer, los productores, para que me dieran el papel de Margiana en la película. Porque ellos querían a una gran estrella pero afortunadamente me eligieron a mí porque Brian quería a la actriz perfecta para encarnarlo.
L.C.: Norcturna te hace el homenaje con la proyección de la película Maniac, ¿qué recuerdos tienes de ella? ¿Has tenido la oportunidad de ver el remake?
C.M.: No he visto el remake y sé que debo porque creo que Elijah Wood hace un trabajo increíble. Le gustó tanto la película que quiso producirla y hacerla. Tengo que hacer los deberes porque es un honor que se fijara en ella para hacer el remake. La mía, cuando la rodamos, no teníamos presupuesto y fue muy duro hacerla. Sin Joe Spinell y su maravilloso trabajo yo no sé cómo la habríamos podido hacer. Joe era sensacional. Su interpretación era mágica. Oscura pero mágica. Él era muy diferente a su personaje. Era como un gatito, me invitaba siempre a que fuera con él a tomar un café. Era completamente distinto a cuando nos poníamos a rodar. En la película sí se convirtió en un auténtico monstruo.
Silvia García Jerez