BARBIE: Feminismo entre muñecas
Hace tiempo que Barbie es la película del momento. Desde que se anunció el proyecto ya fue algo muy esperado y desde que empezaron a verse las primeras imágenes del rodaje, en junio de 2022, en las redes sociales, empezó a convertirse en un fenómeno social. No sólo porque se tratara de una historia de acción real sobre la famosa muñeca de Mattel creada en 1959, que ya era suficiente razón para levantar expectación, sino porque tenía un equipo superlativo al mando: la iba a dirigir una mujer muy respetada, tanto en la industria como entre el público,, Greta Gerwig, responsable de la última versión de Mujercitas, de Lady Bird o del de Frances Ha, que firmó junto a su marido, Noah Baumbach, y la iban a protagonizar Margot Robbie, una de las mayores estrellas del Hollywood actual, junto a Ryan Gosling, del que podría decirse lo mismo a nivel masculino.
Y el marketing siguió siendo descomunal. Multitud de imágenes del rodaje se iban colando en las redes sociales, una aplicación para meterte en el póster de Barbie se hizo viral y una promoción como hace tiempo la industria norteamericana no utilizaba con película alguna fue dándonos momentos antológicos, como ese hotel mutado a rosa o el posado junto al coche en las entrevistas de Los Ángeles o el centro comercial de México acondicionado para la ocasión, que seguían aumentando las expectativas respecto a su estreno. La película ya era la más esperada del verano y aún no se sabía nada sobre ella, ni primeras impresiones de pases previos ni su argumento exacto. Y eso no es malo porque cuanto menos se sepa de ella, mejor.
Únicamente sabíamos que Barbie, tras la monotonía de vivir en Barbieland, decide ir a conocer el mundo real. Ni cuál es el detonante que la hace tomar esa decisión ni qué se encuentra en la realidad ni las consecuencias que eso tiene para ella. Y es mejor no conocer estos detalles, merece la pena sentarse ante la pantalla y dejar que la película te vaya enseñando todo el ingenio que contiene. Eso sí, ya nos habían advertido todos los pósters de promoción que ‘Ella es lo más. Él es simplemente Ken.’ y algo tan sencillo se vuelve enigmático y va a resultar apasionante comprobar cómo se trasladan esos conceptos al desarrollo de la cinta.
Y en esto el feminismo tendrá un papel fundamental. Greta Gerwig ha escrito el guión junto a Noah Baumbach y resulta divertido imaginar qué escribió quién. Barbie es pura diversión pero también es una declaración de principios acerca de la igualdad, de cómo la mujer se relaciona con el hombre en la sociedad, de cómo se ve él en ella y de cómo nos ven ellos a nosotras. Y no siempre ese reflejo está lleno de cariño, de glamour, también tiene su lado oscuro. Por eso el rosa se convierte en un elemento de lucha. No sólo decorativo, no sólo estético, el rosa es mucho más en el mundo de Barbie.
La realidad que Barbie descubre es demoledora y Greta Gerwig no se aleja del tono de comedia para retratarla. Ese es otro de sus aciertos. Hay un momento fundamental en la película y es ese en el que los dos, Barbie y Ken, responden a la vez sobre la conclusión que sacan del mundo real y eso va a definir sus destinos. Es un momento muy sutil que Gerwig maneja con una tremenda brillantez. Porque es una losa sobre ambos personajes y sobre lo que supone Barbieland para sus habitantes. Pero la comedia, incluso el musical, sigue presente. El mensaje continúa su marcha, con el rosa y el brilli brilli como instrumentos de guerra.
Margot Robbie, al frente del reparto interpretando el personaje para el que ha nacido, está superlativa. Es lo suficientemente buena actriz como para que ya nos haya dado trabajos apoteósicos, como el de El lobo de Wall Street, película con la que la conocimos, y otros dignos de Oscar, caso del de El escándalo (Bombshell) y Yo, Tonya, por el que debió haberlo ganado. Pero ahora llega su Barbie, y hay que reconocer que nadie más podría meterse en el papel de la mítica muñeca. De su modelo estereotipado, porque Barbies hay muchas, todas ellas igual de importantes de cara al mensaje a transmitir, pero a la Barbie que todos tenemos en mente Margot Robbie la representa como nadie. Por eso la interpreta ella. Y la borda. No sólo en cuanto a vestuario y maquillaje, que también ayudan, es que ella es Barbie incluso cuando no se viste como tal. Por eso es tan fascinante que se haya convertido en ella en la ficción que la representa, porque esta producción lo ha hecho posible, no porque el casting no fuera acertado. Y es que reconozcamos que cuando se planteó hacer una película sobre Barbie el anuncio nos descolocó, pero vista hoy está claro que habría que haberla hecho antes.
También es un acierto el del Ken principal. Hay muchos Kens, pero Ryan Gosling es el Ken de nuestra Barbie, y su presencia, su aspecto y, admitámoslo también, su talento, lo hacen único para el personaje. Y también está muy bien en el film. Pero no es el protagonista. Es secundario en todo, y para él eso es un conflicto: el feminismo lo convierte tan solo en un Ken. Y qué bien lo explica el guión de Greta Gerwig años después de que jugando a las Barbies no supiéramos lo que era el feminismo pero tuviéramos asumido que Ken era un complemento de la muñeca más famosa del mundo.
Sí, ese guión es un prodigio, atiende a varias capas, desde la creación de la muñeca hasta la relación que tienen con ella las niñas que son sus dueñas. Y cuanto hay en medio, que también es fundamental. Porque Barbie habla del mundo tal y como lo conocemos, y usa muñecos para que el reflejo en los humanos sea más sencillo de comprender. La mezcla de ambos nos ofrece el choque cultural y podemos asimilar mejor hasta qué punto nosotras somos igual de valiosas que los hombres. Ni más ni menos.
Barbie es una película de una importancia capital. Se trata de cine con mayúsculas, de ese en el que cada aspecto (menuda dirección artística, qué gran fotografía, qué maravilloso vestuario) tanto técnico como artístico resalta con honores sin dejar de ser un entretenimiento de primer nivel y una lección de vida. Aprender de una muñeca, eso sí que no lo imaginamos en nuestra infancia.
Silvia García Jerez
Barbie, una de las películas más esperadas del año,