SISU: Camino a la venganza – Diversión y violencia
Sisu regresa a la gran pantalla. Tras la primera entrega, que data del año 2022, de la película finlandesa dirigida por Jalmari Helander y protagonizada por Jorma Tommila, llega a los cines Sisu: Camino a la venganza. Sisu arrasó en el festival de Sitges del año de su estreno, ganando como mejor película del certamen y haciéndose su protagonista también con el premio al mejor actor, además de los correspondientes a mejor banda sonora y mejor fotografía. Y ya entonces se convirtió en un fenómeno en la taquilla y está considerada como una película de culto, de la que ahora nos llega su segunda parte.
Sisu: Camino a la venganza nos trae de nuevo a ese superhéroe finlandés, Aatami Korpi (Jorma Tommila), pero en esta ocasión no quiere, como en la anterior, llevar oro a ningún lugar, sino vengar el tremendo asesinato de su mujer y sus dos hijos a manos de un psicópata llamado Igor Draganov (Stephen Lang, el ciego de las dos entregas de No respires), el comandante del Ejército Rojo responsable de aquellas y otras muchas muertes. Porque Aatami regresa a su casa para no encontrar a nadie en ella, y decide trasladar las maderas que la componen a un sitio más seguro para honrarlos a los tres. Pero por el camino se va a encontrar con todos los que forman la camarilla de Draganov, por lo que se ve en la obligación de, para poder sobrevivir, ir eliminándolos de la única manera que sabe, que es también la más cruel posible.
Sisu, aclarémoslo ya, no es el nombre del personaje protagonista, ni de ningún otro del reparto, es una palabra finlandesa intraducible que viene a suponer que cuando ya lo has perdido todo puedes llegar a entrar en un estado mental que te haga ser resistente a la adversidad. Es una resiliencia excepcional, que es la que explica que el protagonista sea, como lo denominan en el film, prácticamente inmortal. Un superhéroe pero pegado a la tierra, sin capa y sin necesidad de tenerla. Nuestro héroe tiene unas armas muy variadas con las que es capaz de luchar contra todo y contra todos.
De este modo, Sisu: Camino a la venganza acaba siendo, de nuevo, una película espectacular. Ya no tenemos el efecto sorpresa de la primera, en la que un Charles Bronson nórdico lleva a cabo una matanza sensacional dividida en capítulos para ordenar sus pautas, pero sigue siendo igual de entretenida y las muertes igual de impactantes.
Porque que nadie se equivoque: aunque Sisu: Camino a la venganza sea una película divertida, porque está contada con el espíritu de los cómics, o incluso de los videojuegos, es, precisamente por eso, una película extremadamente violenta. Las muertes son tremendas, el gore y la sangre salpican la pantalla y llenan la carretera de vísceras y regueros espeluznantes. Hay mucho público encantado con este tipo de cine, y si se ha visto la primera ya se sabe a qué se va, pero a quien le pille de nuevas porque la primera no la viera y se adentre en la segunda porque la anterior es ya un pedacito de Historia del cine, habrá de enfrentarse a un metraje corto, hora y media de duración, pero muy intenso. Y si no se está preparado para la cantidad de sangre que se va a desparramar, mejor que no la vaya a ver. Porque no es que muera gente y ya, es que es especialmente gráfica en la exposición de su violencia, y eso puede ser incómodo para más de un espectador no avisado al respecto.
Al margen de esta circunstancia, que es el corazón de la película, Sisu: Camino a la venganza es inferior a la primera, que era un despliegue espectacular de ingenio y recursos para poner en pantalla las barbaridades que ocurrían, pero en esta ocasión la estela de aquella continúa y nos ofrece un espectáculo vibrante del que a quienes les gustara la primera van a salir encantados. Y es de esperar que quienes no vieran la primera, también.
Silvia García Jerez

