HOUDINI: Vida y muerte de un mago irrepetible
PRESHOW DE HOUDINI
Harry Houdini (1874-1926) fue un célebre ilusionista, hoy denominado mago, nacido en Hungría con el nombre real de Eric Weiss y muerto en Detroit durante un número de escapismo del que le fue imposible escapar. Se desmayó. El musical nos contará la leyenda respecto a su muerte en extrañas circunstancias, envuelta en varias de ellas, pero hasta entonces había sido un genio al que todo el mundo quería ver en cada espectáculo que llevaba a cabo, con trucos asombrosos que dejaban al público hipnotizado y deseoso de ver más, mucho más.
Ahora, en el teatro Calderón de Madrid, nosotros también podemos ver una recreación de su vida en formato musical dirigido por Federico Bellone, el responsable de El fantasma de la Ópera, todo un lujo que en realidad comienza una hora del espectáculo que nos tiene preparado su elenco. Porque podemos recorrer las plantas del teatro para descubrir, de una manera interactiva y amena, la vida de Houdini antes de que el show nos la cuente por su lado.
Lo cierto es que es una preciosidad cómo LETSGO y beon.Entertainment, productores del espectáculo, han ambientado el teatro para que podamos zambullirnos en el mundo de Houdini. Ya desde la entrada, desde el Hall del Calderón, vamos viendo los objetos que adornan la barra en la que se adquieren las palomitas y los refrescos. Una pasada. Y aún no hemos subido a las plantas superiores, donde nos esperan carteles de la época, un Houdini hecho figura tridimensional y algunos secretos más que os dejarán alucinados y deseando que dé comienzo el musical.
Pasada buena parte de la hora del tiempo que nos dan para recorrer las instalaciones del teatro, toca sentarse en las butacas numerada que tenemos. Tampoco hay que ir tan apurado, porque una vez que nos sentamos también, y esto es voluntario, tenemos algo que hacer en el patio de butacas. Un operario avisa a los asistentes que deseen subir al escenario de que pueden acercarse para inspeccionar algo que luego hará más completa la experiencia de la obra. Por lo que mucha gente hace cola para poder verlo. Y eso también lleva un tiempo.
HOUDINI, EL MUSICAL
Tras su éxito en Italia, país donde Federico Bellone, director, y Giovanni Maria Lori, compositor de las canciones, estrenaron la obra antes que en Madrid, llega a España Houdini, un musical mágico y puede verse desde el 7 de noviembre hasta el 1 de febrero de 2026.
Con un reparto impresionante encabezado por Pablo Puyol como Houdini, Julia Möller como su mujer y Alejandro Ali como el conductor del espectáculo, Houdini, un musical mágico narra la vida del mago desde que ya es una celebridad cuyo arte quieren ver en todos los teatros donde actuaba.
Actores con una voz prodigiosa, podemos darnos cuenta de ello, pero no siempre comprendemos lo que cantan. A veces es difícil seguir la letra de las canciones y enterarse de la historia al completo, una lástima porque insistimos, la voz de los actores es fabulosa. Escuchada en un disco son para no dejar de aplaudir, pero en la amplitud del teatro se pierden hasta el punto de que hay fragmentos imposibles de entender.
Y lo que entendemos, como historia del mago que debemos ir completando es interesante, pero como musical adaptado del libreto italiano deja mucho que desear. Las canciones como tales, como música armónica y letra que acompaña, no funcionan. No llegan a ser todo lo grande que un musical reclama. Canciones bonitas, épicas, con rimas a lo largo de la historia que narran… nada de eso sucede. Cuando queremos escuchar una estrofa redondeada, bien acabada, que rime en su conjunto, el final queda suelto, sin un cierre que nos haga vibrar, como suelen lograr las distintas estrofas de una canción escrita con una composición brillante. Y eso también apaga, en buena manera, las maravillosas voces de los actores que las interpretan.
Pero Houdini, un musical mágico brilla en lo que a su producción se refiere. La ambientación es impresionante. Los decorados, increíbles. Menuda barbaridad podemos ver en el escenario, incluso el cambio de decorados en directo es un prodigio. Nos sumerge de verdad en la época que el mago vivió. Eso sí que lo disfrutamos a tope, porque es una preciosidad cuidada al más mínimo detalle.
Y algo más. La verdadera razón por la que estamos ahí, en el teatro Calderón viendo la historia de Houdini: los trucos de ilusionismo, de magia, que hicieron grande su nombre. Y los trucos son alucinantes. Vamos a ver más de 20, y con todos ellos vamos a aplaudir muchísimo, porque están muy bien hechos y nos dejan verdaderamente extasiados. Sólo por los trucos vale la pena ir a ver Houdini, un musical mágico. Y vale mucho la pena porque no hay otra posibilidad de verlos que acudiendo al espectáculo.
Por lo tanto, Houdini, un musical mágico tiene sus luces y sus sombras, sus más y sus menos. Como musical es bastante flojo pero como espectáculo de magia es un prodigio. Y su envoltorio, su escala de producción, también es digna de alabar. Además, de los actores, que es evidente que lo dan todo en cada función. Pablo Puyol cantando boca abajo antes de ser introducido en el número de escapismo que supondrá su fin es apabullante. Lo hace con una facilidad tan increíble como si estuviera cantando de pie, o sentado, si es que vocalmente fuera igual de sencillo, que a lo mejor no lo es. Y ver a un actor dando ese nivel de potencial interpretativo en un teatro es una experiencia que ningún espectador debería perderse.
Silvia García Jerez




