TOGETHER: Juntos tanto si te gusta como si no
Together es la nueva sensación del cine de terror de la temporada. La ópera prima de Michael Shanks, protagonizada por Dave Franco y Alison Brie, pareja en la vida real y en la ficción de este film, ha estado en boca de los aficionados al género desde hace meses. Se presentó a comienzos de año en el festival de Sundance y ya entonces supuso una película en la que fijarse. En junio, julio y agosto se siguió viendo en festivales diversos, muchos de ellos desconocidos porque en realidad hay miles de festivales a lo largo del año a los que la prensa no les dedica atención, pero que ahí están, y Together continuó generando conversación al respecto de su historia y de cómo estaba contada. Hasta que su río imparable de voces a favor llegó a Sitges y confirmó su carácter de película de culto.
Ahora se estrena en las salas de cine de toda España esta peculiar visión de las relaciones tóxicas vistas desde el prisma del cine fantástico, ya que Together nos acerca a la pareja formada por Tim (James Franco) y Millie (Alison Brie), que están en proceso de distanciamiento, pensando incluso en la separación, aunque lejos de llevarla a cabo lo que hacen es mudarse a una casa en el campo, en cuyos alrededores encuentran una cueva dentro de la cual se resguardan de la lluvia y Tim verá la oportunidad de calmar su sed. Se acerca al arroyuelo que ve, bebe y con la tranquilidad adquirida se quedan a dormir allí. Mañana será otro día.
Y en ese otro día Tim comienza a notar cambios en su cuerpo y en sus respuestas ordinarias también con respecto al de su novia. Todo empieza a ser muy raro. Como un imán que le atrae física y mentalmente hacia ella. Cuando están juntos y cuando están separados. Y poco a poco van viendo las consecuencias de ese imán, ya que sus pieles, cuando se besan o cuando van más allá, son imposibles de separar. La separación ha de hacerse incluso a tirones. Duele, es terrible. Y no parece que la situación vaya a parar. Si iban a separarse van a tenerlo cada vez más complicado. Además de verdad.
Together es la perfecta metáfora de las relaciones tóxicas pero en clave de cine de terror, concretamente en clave de body horror, ese subgénero que el año pasado puso de moda la genial The Subtance, en el que el cuerpo es utilizado para mostrar físicamente las secuelas del devenir de un experimento. En este caso, con Together, de lo que Michael Shanks nos habla es de esas personas que quieren dejar una pareja pero a las que les resulta imposible hacerlo. Por enganche, es decir, por costumbre, porque ya se han instalado en una rutina que les difícil abandonar, o incluso porque la otra persona no se lo permita. Y la metáfora se hace carne cuando las de ambos se van fundiendo en una sola. Esos labios que no pueden despegarse, o esos ojos del cartel de la película que se verán atraídos un par hacia otro. Juntos a pesar de todo, tanto si te gusta como si no.
La idea es muy interesante, el cine de terror tiene la capacidad de mostrar esos demonios, de hacerlos más físicos que en un drama. Y el mensaje llega con fuerza, tanto a espectadores que no sufren abusos en la pareja como a los que sí.
Together es una cinta ingeniosa, espléndida en muchos momentos, pero resulta un tanto desagradable. No a la vista en sí, no hace gala de un gore tradicional, de sangre y vísceras, más allá de pequeños instantes en que la separación llegue a hacer necesaria su aparición, sino desagradable en su concepto. Es una película extrema porque lleva a éste hasta donde narrativamente debe, sin ahorrar nada, ofreciéndonos a la pareja luchando hasta las últimas consecuencias para evitar esa unión que parece irremediable. Contorsionismo y otras formas físicas de maltrato se hacen patentes en la pantalla para rehuir juntarse de la manera dolorosa a la que ambos están expuestos. Y la piel mezclándose con la piel cuando el imán es más fuerte que ellos. Y las imágenes que se generan provocan rechazo. Es lo que pretende el film y lo consigue.
Lo que también consigue Together es ser una película distinta. Es diferente a todo lo que hayas visto antes, lo cual es un acierto, siempre lo es proponerle al espectador algo nuevo. No lo lo es la manera en la que la pareja adquiere esta maldición, ese procedimiento ya lo hemos visto en muchas otras ocasiones, es la consecuencia, que afecte a la pareja, y el mensaje de que en muchas de ellas el maltrato es algo habitual de lo que es imposible escapar. Ahí sí que Together es implacable y conmociona como propuesta de cine de terror. Porque es en lo que innova, en su crítica social hacia la pareja, hacia el maltrato o el inmovilismo cuando decides que la relación se ha acabado pero no la terminas. Por lo que sea. La película no da respuestas, simplemente nos plantea dicha circunstancia envolviéndola en un body horror de lo más llamativo.
Y sí, funciona. Es efectivo. Efectista por supuesto, pero efectivo también resulta. Y la cierra con un plano antológico que dejará a muchos descolocados pero que no implica otra cosa que la estela que ha ido siguiendo el film en todo momento. No es sino una consecuencia de aquello que ha estado planteando, una consecuencia lógica pero que puede que muchos espectadores se acaben mirando los unos a los otros en busca de respuestas. Y es, no le den más vueltas, la más obvia. Y eso la hace grande, mítica. Un desenlace valiente acorde con una película que rompe moldes y que sigue poniendo de moda el body horror, que parecía que el cine lo había olvidado pero está bien que vuelva a ser un subgénero a tener en cuenta.
Silvia García Jerez

