LA TOFFANA

De mujeres pioneras y misteriosos brebajes  

Tras su estreno en el Festival de Almagro, La Abadía alberga en su magnífico teatro a La Toffana.

Un montaje de teatro clásico emulando al thriller judicial, con un propuesta austera y de sencilla puesta en escena, música en directo, y un elenco que se despliega en múltiples personajes, trasladándonos hasta la Italia Renacentista a través de alquimias, asesinatos y testimonios ante la Santa Inquisición.

Una historia basada en hechos reales, tan desconocida como fascinante, acerca del poder y el conocimiento, de sus derechos y sus abusos.

Un relato de mujeres, herencias culturales y misterios de la ciencia. De sagas y secretos familiares. De deseos y pecados., Presentado cual investigación y con una escenografía de espejos, paneles y cubos que se transforman en escalones, baúles, mostradores, bancos de iglesia, e incluso, caballetes de pintor, pasando por conventos, celdas, tribunales, boticas, y hasta por el taller de Caravaggio, entre las luces y sombras de su paleta y el claroscuro de la realidad que le rodea. Como la de Giulia Tofana, relacionada igualmente con las altas esferas y los entornos humildes, quien junto a su hija Girolama y una fiel ayudanta, enfrentó miles de acusaciones de brujería ante los agradecimientos indecentes o los pagos contantes y sonantes, que convirtieron al trío en empresarias de éxito y famosas asesinas.

Mientras descubrimos las atrocidades de aquella Iglesia católica con torturas cual espectáculos, accedemos a la vida de una química que llegó a elevar la tasa de viudas italianas, en una época cuando ser mujer con un negocio propio era todo un delirio, el matrimonio era sinónimo de maltrato, y los maridicidios y feminicidios eran tan comunes como inexistente su definición. 

Al ritmo de la mejor serie de abogados y a través de escénicos flashbacks, cada protagonista se desdoblan en otros secundarios, encarnando hasta a diez personajes sus cuatro interpretes, contando con Victoria Teijeiro, Amaranta Munana, Aitor de Kintana y María Herrero, quien a la par de actriz, es la directora y compositora de la musical original en La Toffana. 

Después de haber triunfado en el certamen clásico de Almagro, no puede haber mejor lugar para descubrir a La Toffana que esa sala en La Abadía con imponentes arcos e inmenso techo, que fue antigua capilla, donde durante hora y media vamos conociendo a esa heroína, pionera, curandera, bruja o criminal, con nobles intenciones de ayudar o sibilinos motivos de venganza y rebeldía.

Y nos sorprenderemos ante esas justicieras, como se hacían llamar, que estuvieron 15 años con la fórmula magistral para eliminar a maridos y terminar con obligados compromisos. Ya fueran marquesas, duquesas, sirvientas, adolescentes enamoradas, monjas negociantes y curas infiltrados, todos y todas solicitaron el mágico brebaje que terminó con la vida de seiscientos esposos, aún colándose alguno cándido y sin ningún mal, que quizás fuera remplazado por un amante deseado. Llegando, entonces, el humor a La Toffana, mientras queda también la duda: ¿fueron unas psicópatas, o unas mujeres adelantadas a su tiempo?. 

El proyecto, desarrollado durante tres años con viaje a Italia incluido, realiza una ardua investigación de este episodio histórico con apenas registros, pues en esa Roma y Palermo del siglo XVII, se hizo todo lo necesario para que no se contara a futuras generaciones-. No obstante, Maria Herrero descubrió la existencia de este indefectible veneno, el agua tofana, al documentarse para su anterior montaje, Un musical Barroco; una ingeniosa función entre el metateatro y los viajes en el tiempo con jugarles, cómicos y literatos del Siglo de Oro-. Y más que ambientada por la época, Herrero junto a la autora, Vanessa Montfort, recupera la figura de La Toffana y llega a crear ecos en nuestra actualidad. 

Con la coproducción de Flexión Teatro, Proyecto Barroco, La Quintana, TIDI y el Centro Dramático Galego, La Toffana ejecuta tradiciones y traiciones, métodos y motivos, logrando poner en pie un texto con aires shakespearianos (publicado por Punto de Vista Editores) y maneras de buen teatro clásico.

Apunten su estancia en La Abadía hasta mediados de noviembre, para iniciar después una gira a tener también en cuenta.

Mariló C. Calvo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *