JUAN MIGUEL DEL CASTILLO: Con TECHO Y COMIDA he hecho una película muy light porque no me quería pasar
Una de las revelaciones de la temporada en la cartelera cinematográfica es Techo y comida, la historia de una madre soltera que lo pasa muy mal para intentar salir adelante en el día a día de Jerez de la Frontera. Puede parecer mentira, dada la maestría de la que hace gala en ella, pero es la ópera prima de su director, Juan Miguel del Castillo, un cineasta con años de trabajo a su espalda que ha podido dar el salto al largometraje.
La Cronosfera ha hablado con él y a continuación recogemos sus impresiones acerca de un proyecto que comenzó de una forma difícil pero que únicamente le ha terminado dando alegrías. Y esperemos, premios Goya incluidos, que siga recibiéndolas.
-La idea de la película surgió hace tres años, en 2012, que fue cuando la crisis estaba en su punto más álgido, el año en que hubo más desahucios, 526 familias al día. También me pasó una cosa, y es que tenía una vecina con dos niños chicos y alguna vez me pedía leche y me pedía cosas, y me ponía excusas. Y un día la perdí de vista y desapareció, y al año vi un documental en la televisión y vi que la habían desahuciado, y me enteré por la tele de lo que le había pasado habiéndola tenido tan cerca. Estaba claro que vivía su drama en silencio y con vergüenza y me afectó bastante. Yo soy cineasta y estoy siempre buscando historias, y además me molesta esta situación tan mala, sobre todo en Andalucía. Ahora mismo en Jerez hay un 40% de paro, hay mucha gente pasándolo mal y yo quería aportar algo a esto. Ese fue el germen que me lanzara a escribir el guion.
-Las trabas que me he encontrado para poder hacerla han sido tantas que podemos estar aquí hasta mañana. Lo más complicado ha sido la financiación. Y hacer una película y lograr que se estrene en toda España. Nosotros no somos una gran empresa y no somos conocido. Yo empecé solo a escribir el guion sin saber si se iba a rodar. Esto no es Hollywood, aquí no hay dinero, y por otro lado tienes que vivir y pagar las facturas de tu casa. Al año encontré la productora que apostó por mí. Lo más complicado ha sido, para ellos, encontrar la financiación, porque ninguna televisión nos ha apoyado y no tenemos ninguna subvención. Hay alguna a la que a día de hoy optamos pero seguimos trabajando sin tenerla. Entonces lo más complicado ha sido la valentía de Diversa Audiovisual. El capital es privado y se la están jugando.
-Lo mejor ha sido la entrega de la gente porque los sueldos están capitalizados. Todo el mundo que ha trabajado lo ha hecho por la película y de una forma apasionada. Yo empecé solo y ver luego esa entrega para mí era muy emocionante. Yo siempre he sido un apasionado de las películas y cuando veo esa entrega en una mía se me saltan las lágrimas. Para mí eso es lo mejor. Eso y darle voz a ese colectivo de personas que parecen transparentes. ¿Y lo peor de hacer esta película? No sé, es que solo nos han pasado cosas buenas. Tal vez lo peor haya estado en la fase de montaje porque he quitado veinte minutos de la película. Eso son muchos días y muchas horas de trabajo. Alguna de las escenas que he quitado era de las que más me gustaban. Es lo malo, entre comillas, porque al final es por el bien de la historia, pensamos que eliminando ciertos contenidos iba a funcionar mejor.
-No quiero con esta película criticar la parte lúdica que tiene lugar en el país, pero sí despertarla. Aquel año se habló mucho de fútbol, de La Roja, se ganó el Mundial dos años atrás. Está ahí porque tiene su pincelada de crítica pero a mí me venía muy bien dramáticamente. Fue una decisión creativa de guion, porque la película no deja de ser ficción, aunque todo esté documentado, que no nos hemos inventado nada. La película muestra las dos Españas, la alegre y la de aquellos a los que no se escucha.
-Yo con la película he pretendido concienciar a la gente y voy a ser sincero: aunque parezca muy dura no tiene nada de lo que está pasando. La he hecho muy light porque además no me quería pasar. Pero con todo
lo que he visto y me he documentado, la película no es para tanto. Es triste, sí, ojalá hubiera podido contar otra cosa, pero también hay que tener cuidado porque este no es el cine que gusta a las masas en España, así que he cuidado el tratamiento del dramatismo hasta un límite para no pasarnos. Está claro que es dura, porque no deja de serlo, pero hemos visto películas mucho más duras que esta, lo que ocurre es que cuando ves ésta piensas que tu vecino puede ser como esta protagonista. Eso es lo que duele. Y que no nos estemos dando cuenta. Yo he intentado medirlo pero es un tema muy delicado. Y esto no es Hollywood, esto es España, y quería hablar de la gente que está sufriendo aquí.
-Aunque no lo parezca, la verdad es que estábamos de cachondeo todo el día en el rodaje. Por eso creo que ha salido tan bien, porque te tienes que desahogar un poco. No deja de ser ficción, así que algunas escenas provocaron muchas risas. El ambiente de rodaje fue muy bueno, todo el mundo estaba de muy buen rollo. He dicho antes que los sueldos estaban capitalizados, así que todo el que estaba allí currando era porque quería y ese buen rollo se transmitía. Incluso alguna bronca nos hemos llevado porque no podíamos estar así hablando de una cosa tan seria, pero es que si no hay bromas de por medio, un rodaje es muy estresante. Rodamos en veintitantos días, eso fue una maratón, una locura, y si no lo pasábamos bien era imposible llevar eso para adelante. Pero no hicimos nada especial, fue la pasión que le pusimos.
-Había pocas actrices que lo pudieran hacer, porque yo quería que fuese andaluza por el tema del acento, porque la productora quería hacerlo en Jerez y cada vez que alguien intenta imitar a un catalán o a un vasco es horrible, así que yo prefería que la actriz fuera de allí. Natalia estaba en un momento emergente, y eso también ayuda. Acababa de recibir el Goya y había varias candidatas. Lo pensamos y era una apuesta muy importante. Le enviamos el guion y se enamoró. Me dijo que ella lo quería hacer. Y fue clave. Teníamos varias opciones pero cuando ella dijo que sí yo ni me lo creía.
-La intención de esa sierra que suena durante los créditos finales era la de molestar hasta que te vayas de la sala de cine. Los créditos siempre se olvidan y en esta película se quedan a verlos. Es una manera de que la gente los vea pero a la vez dando la lata hasta el final. Es una apuesta, porque en realidad los créditos siguen narrando.
-El neorrealismo italiano me influye mucho y por decirte algo más contemporáneo, los hermanos Dardenne me apasionan. El tipo de cine que hacen, cámara en mano y cine social. La verdad es que me gustan bastante. Pero también me gustan grandes clásicos del cine mudo, y Alfred Hitchcock o Michael Haneke. Me gusta mucho todo lo que esté bien hecho. Esta película es muy particular porque es mi visión, pero es una suma de todo.
-Yo he hecho cortometrajes con niños y no quería trabajar con niños más en la vida, pero con Julián he tenido mucha suerte. Cuando lo vi me alegré mucho. Lo hace fantástico. Ahí no hay secretos. Le vi la chispa que tenía, hicimos una segunda convocatoria ya con los finalistas, nos llevamos una cámara, seleccionamos una escena bastante potente de la película, llevamos a otra actriz, le dimos el texto un día antes y le dijimos que íbamos a grabar eso. Me dijo que se lo sabía y no me quise meter más, a ver qué hacía y qué talento tenía, e hizo eso. De eso tengo el vídeo y lo hace clavado. De hecho, en la peli lo hizo a la primera. A él le apasiona esto, quiere ser actor de mayor. Es una pasada, es muy natural y no se corta un pelo. Nos saca de todos los apuros, hasta en las ruedas de prensa. Una vez le preguntaron que por qué era tan buen actor y él respondió que como Natalia es tan buena actriz, se limitaba a imitarla. (Risas)
Silvia García Jerez
Muy muy buena la película 100% verdad.
Muy buena la película. No es una película es la vida real de una perosona económica. No quiero decir nada a p… Políticos.