LA SIRENITA: Sin voz y sin alma

En el año 1990, el 5 de diciembre exactamente, llegaba a los cines españoles La sirenita, una maravilla que daba paso a la época dorada de un Disney que brilló especialmente en esa década. A ella le siguieron La bella y la bestia y Aladdin, tres títulos que pusieron el foco de la industria en un sello que ya era leyenda para llevarlo al casillero de lo irrepetible. E irrepetible siguen siendo, las revisitaciones son otra cosa.

A ello contribuyeron unos factores especialmente bonitos: la conjunción del tándem Alan Menken, el músico, y Howard Ashman, el letrista, fallecido de SIDA en 1991, de sus míticas canciones; el hecho de que Robin Williams le pusiera su voz al Genio de la lámpara maravillosa y medio mundo pidiera una nominación al Oscar para él que, al tratarse de un personaje que era un dibujo animado nunca llegó; y el tercer hecho, el de que La bella y la bestia fuera la primera cinta nominada al Oscar a la mejor película, antes de que fuera creada la categoría de película de animación. (Las otras dos en lograr ese hito fueron Up y Toy Story 3, pero ya en los tiempos en los que se nominaban más de cinco en la categoría principal, así que de alguna forma tienen menos mérito aunque ambas fueran obras maestras).

Estamos hablando, por lo tanto, de años dorados en el cine de animación. Y todavía en 2D. Es que el cine de Disney ha cambiado mucho. Tanto que ahora se hacen remakes en acción real de aquellas películas tan maravillosas y tan entrañables. Es como una era diferente. Es una era diferente. Quienes crecimos habiendo visto en el cine, en el estreno, La Sirenita, sabemos que esta actualización no aporta nada que no sea una abultada taquilla y la venta del correspondiente merchandising, pero no nos ofrece los logros de aquella que hoy es un clásico.

Halle Bailey interpreta a Ariel en esta versión de la película
Halle Bailey interpreta a Ariel en esta versión de la película

Partimos del cuento de Hans Christian Andersen, que nos habla de una sirena (Halle Bailey) que se enamora de un príncipe (Jonah Hauer-King) tras salvarlo de un naufragio. Una historia de amor atípica que en realidad nos enfrenta al entendimiento entre nosotros mismos. Hombres y peces. Las sirenas son seres fantásticos idealizados, por eso son bonitos. Ariel es una sirena que, como tal, canta de maravilla, los famosos cantos de sirena, con cuya voz encandila al príncipe cuando empieza a despertar de su rescate. ¿Cómo salvar el hecho de que ella sea sirena para poder estar con él? Ahí entran las malas artes de Úrsula (Melissa McCarthy), quien en contra del Rey Tritón (Javier Bardem), su hermano, le ofrece a Ariel cambiar su voz por las piernas con las que podrá estar en el mundo de los humanos durante tres días. Para probar. Y para hacerle un chantaje del que sólo Úrsula es consciente…

Humanos y peces, reales o no. Aquí, como digo, hablamos de tolerancia, de respeto, de aprender las costumbres del otro y aceptarlas. La sirenita es una metáfora de la convivencia entre diferentes. Tal vez por eso, o tal vez porque sí, sin ninguna otra razón, para el papel de Ariel se ha escogido a la actriz negra Halle Bailey, que también es cantante y compositora del dúo Chloe X Halle, en el que canta junto a su hermana Chloe y por cuyos álbumes han obtenido cinco nominaciones a los Grammy desde 2018. Las canciones nuevas de la película corren a cargo de Lin Manuel-Miranda, pero es un hecho que Bailey no es una recién llegada al mundo de la música, por mucho que algunos vayan a escucharla por primera vez… sólo si se acercan a la versión original de la película.

Sí, una actriz negra para el papel de Ariel. Ha sido una elección muy polémica, aunque nosotros no entendemos que lo sea. La sirenita no existe, señores. Es pura ficción y da igual de qué raza sea, la historia no cambia, el mensaje de tolerancia sigue siendo el mismo. Y Halle está sensacional en el personaje de Ariel. Bienvenida sea al universo Disney.

Úrsula es Melissa McCarthy en La Sirenita
Úrsula es Melissa McCarthy

Por supuesto que uno tiene reticencias a la hora de ver esta nueva versión de La sirenita. El CGI no ayuda a que le tengamos ganas. Y una vez vista lo cierto es que no podemos decir que tenga nada malo pero tampoco que nos haya emocionado. No emociona porque no tiene alma. Ariel no tiene voz y la película carece de alma. Interesante paralelismo. No es emocionante: está bien hecha, es demasiado larga -algo evidente aunque no aburra, pero cuando llevamos 20 minutos de película aún no ha pasado nada, y nos quedan casi dos horas más-, y es impersonal, porque la acción real nos aleja de todo. Le pasa también a las anteriores. Son visualmente majestuosas pero poner en imagen real algo tan fantástico en un producción cuqui de Disney no termina de calar. Si fuera en una de ciencia ficción encajarían mejor las piezas porque la ciencia ficción está para eso, pero en una que no deja de tener el espíritu y las hechuras de la animación queda tan raro que no puede haber empatía entre la obra y el espectador.

Del reparto, quien más sobresale es Melissa McCarthy. Su Úrsula es impecable. Villana con gran presencia y mayor contundencia, es extremadamente parecida al dibujo animado. Está tan desatada en la locura del personaje que brilla de una forma espectacular. Otra cosa es que su Úrsula sea maltratada por un CGI imposible y su muerte resulte una caricatura lamentable. Otra de las razones por las que no podemos emocionarnos con la película. Tritón también resulta, visualmente, bastante insuficiente. Aunque no lo parezca, porque su presencia es muy potente, el CGI no le hace justicia y el resultado es un personaje que tampoco encuentra su sitio.

Respecto a las canciones, vamos a encontrar las ya clásicas de La sirenita. El Under the sea que ganó el Oscar en 1990, cantada por el nuevo cangrejo Sebastián, Daveed Diggs, en lugar de Samuel E. Wright está incluido, cómo no, aunque el hecho de que la cante solo en lugar de con todo el coro, como ocurría en la versión animada descoloca mucho. Es la misma pero sabe a poco, a extraña, a una joya musical estropeada por los cambios. Kiss the girl, el otro tema nominado al Oscar en la misma gala también está en la película. Ese sí suena mejor, incluso bonito. Pero hay nuevas composiciones de entre las que destaca The scuttlebutt, un rap ágil de lo más divertido en la voz de Awkwafina.

Lo que está claro es que La sirenita versión de acción real va a ser un éxito en taquilla. Nadie va a resistirse a opinar sobre ella. No pasa con todas las películas, de muchas se opina a través de los prejuicios, para bien… o para mal, el público se acerca a los cines para comprobar que sea tan mala como dicen. Pero con La sirenita no va a pasar eso, la curiosidad va a primar a la hora de escogerla de entre toda la oferta de la cartelera. Y lo cierto es que no entusiasma especialmente, deja bastante frío en general aunque haya elementos, determinados aspectos concretos, que sí se lleven el aplauso. Pero ninguno de ellos, por separado, configuran la gran película que podía esperarse de una producción de este calibre.

Silvia García Jerez

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