LA MESITA DEL COMEDOR: Terror cotidiano
La mesita del comedor es una película de culto que tras un paso irregular y extraño por cines de toda España, sin un estreno rotundo coordinado en salas, sino donde podía proyectarse, sin que el público interesado en ella pudiera realmente acceder a ella, llega por fin a la plataforma filmin, para que todos sus usuarios la tengan a mano y puedan verla y comprobar hasta qué punto el escritor Stephen King tiene razón al recomendarla.
En efecto, en los últimos días Stephen King se ha convertido en viral por recomendar en la red social X, antes Twitter, The coffe table, título en inglés de la última película dirigida por Caye Casas, autor de la sensacional Matar a Dios, en la que ya contaba con dos de los actores que vamos a ver aquí: David Pareja e Itziar Castro. Itziar tiene en La mesita del comedor un papel muy pequeñito, pero muy significativo. Y es, como todos recordamos por desgracia, uno de sus últimos trabajos en el cine.
Lo cierto es que resulta llamativo que Stephen King se fije en una película tan marginal que sobre todo se ha visto en festivales del género al que pertenece. En España en Terrormolins y en Sombra, fuera de nuestro país en México, en MACABRO FICH, o en el Fantastic Fest de Austin. Es decir, ha habido que poner mucho interés en verla porque no ha sido fácil. Así que tiene mucho más mérito que un genio del terror como King se haya fijado en ella y la haya alabado y recomendado. Y la película se lo merece.
La mesita del comedor es puro terror cotidiano. Nada de extraterrestres visitando la Tierra o de asesinos en serie persiguiendo adolescentes de noche bajo la lluvia. Aquí el horror sucede a la luz del día, mientras tu mujer se baja a la compra y tú te quedas vigilando al niño. Muy Chicho Ibáñez Serrador y sus Historias para no dormir. Sólo que en lugar de durar una hora, dura una hora y media.
La mesita del comedor comienza cuando la pareja formada por Jesús (David Pareja) y María (Estefanía de los Santos) deciden comprar una mesita de comedor en una tienda normal y corriente. Pero la mesita no es normal ni corriente. Es fea, muy fea. Pero Jesús insiste en llevarle la contraria a su mujer. No están pasando por su mejor momento como pareja y por pura cabezonería, por quedar por encima de ella por una vez, por decidir algo él aunque a ella no le guste, se propone comprarla. Una mesita de cristal con unas figuras espantosas sujetándololo por los lados. Podría haber sido bonita pero no lo es, y aunque María ve claramente que no lo es, Jesús la acaba comprando. Y ese será el detonante de cuanto ocurra a continuación.
Lo cierto es que es incomprensible que una película así no se haya podido ver más. Y mejor. Que no haya tenido una distribución más amplia. Es película para nicho, para los fans del género, eso está claro, pero su resultado es el una gran supeproducción. Te lleva por lugares incómodos y da auténtico miedo pasar con Jesús por lo que él atraviesa. La situación extrema en la que vive la tarde en la que sucede todo es de un nivel de angustia especialmente logrado. No se necesita un gran presupuesto para crear tensión alrededor de una mesa, Caye Casas sabe hacerlo desde la dirección. Desde la dirección de actores y gracias al guión, milimétricamente pensado para hacérnoslo pasar mal.
Estefanía de los Santos está colosal como esa esposa harta de todo pero encantada con el niño que acaban de tener. Su relación con el personaje de David Pareja es muy mala, en este momento no se aguantan. Cualquier cosa es motivo de discusión, pero ese niño le ha devuelto la sonrisa a María. Y Jesús está en un punto en el que no sabe qué hacer ni cómo actuar ante lo que le ha sucedido. Y los espectadores sabemos que en cualquier momento estallará la olla a presión.
La mesita del comedor funciona muy bien. Se nota que Caye Casas ama el género porque en Matar a Dios ya lo bordaba y aquí hace algo completamente distinto pero igual de eficaz. Tal vez sea excesivamente larga, es el único ‘pero’ que se puede poner, con la inclusión de la trama de la vecina acosadora, que le pesa un poco de más a la película. Con la pareja y su familia ya tenemos se sobra para crear la atmósfera que se necesita, pero el conjunto es tan eficaz que encontrarle un ‘pero’ es por habérselo buscado mucho.
La mesita del comedor llega a filmin el 17 de mayo y en su mejor momento, en el que Stephen King le ha creado expectativas a quienes no se habían planteado verla y se las ha aumentado a los que no habían podido acceder a ella. Y todos ellos van a disfrutar… es un decir, de una película angustiosa, terrorífica por momentos, esos en los que uno se pregunta qué harías tú si te pasara a ti lo mismo. Es algo exagerado, pero no es imposible. Por eso asusta tanto y por eso nos identificamos con el personaje de David Pareja, un pobre hombre envuelto en una situación límite terrible.
Es de imaginar que si Stephen King la recomienda, el resto de maestros del terror que no pueden hacerlo ya, Alfred Hitchcock o Chicho Ibáñez Serrador, también lo hubieran hecho. Y si un maestro te dice que algo es bueno no lo dejas pasar. Y no te arrepentirás.
Silvia García Jerez