HIT MAN: La comedia alcanza la perfección
Qué gozada encontrarse con una película como Hit Man en la cartelera. En España le han puesto un título adicional: Asesino por casualidad. Dejémoslo en Hit Man, que es como será conocida y citada, cuya traducción es Sicario, que es alrededor de lo que gira esta comedia que tan bien funciona sin recurrir a la brocha gorda ni al mal gusto. Su arma principal, nunca mejor dicho, es el ingenio. Y un guión maravilloso, bien construido, sofisticado y lleno de vericuetos con los que vamos a pasar un muy buen rato.
La historia es la de un hombre real, Gary Johnson, que tuvo una doble vida, siendo profesor por las mañanas e infiltrado de la Policía en su tiempo libre. Un tipo que se hacía pasar por sicario para poder detener a las personas que querían contratarlo y, de paso, evitar el crimen que un sicario real habría cometido. Lo malo llega cuando una mujer trata de contratarlo porque está desesperada ante un marido maltratador con el que no vive feliz. Ahí comenzarán de verdad sus problemas, al enamorarse de una clienta que no es precisamente la mejor compañía.
Richard Linklater, artífice de la celebrada trilogía romántica de los ‘Antes’ –Antes de amanecer, Antes del atardecer y Antes del anochecer– y de la tan alabada por muchos Boyhood. Momentos de una vida, también con Ethan Hawke en el reparto, como en la citada trilogía, dirige esta historia real que escribe junto a Glen Powell, quien tras su éxito con otra comedia romántica, Cualquiera menos tú, protagoniza esta otra. Y su nuevo intento le sale muchísimo mejor.
Si Cualquiera menos tú recurría a la comedia más rutinaria posible, llena de lugares comunes y de un humor un tanto ordinario, en Hit Man el nivel sube hasta cotas que el cine norteamericano hacía tiempo que no alcanzaba. Y es que de un punto de partida espléndido su número de aciertos va aumentando hasta convertirse en una comedia loca y sofisticada, con momentos de una brillantez absolutamente sublime. Ese cine de malentendidos, de situaciones comprometidas para los personajes en los que tienen que recurrir a su imaginación para salir indemnes de ellas, ese tipo de películas hacía mucho tiempo que no las veíamos. Y es fabuloso comprobar cómo alguien en la industria es capaz de seguirlas haciendo.
Glen Powell viene de un gran éxito este año. Si Hit Man le funciona y el resultado en la taquilla se le une al de Cualquiera menos tú se va a convertir en uno de los actores del año. Y lograrlo dentro de la comedia tiene mucho mérito porque no es fácil conseguir brillar en un género que parece tan sencillo pero que en realidad es tan exigente. Aquí Powell se luce en un personaje lleno de caras, literalmente, para darle a cada sicario la que requiere según las necesidades de sus clientes. Y algunas de sus caracterizaciones son hilarantes. Si Hit Man gusta, Powell será un icono del género, dentro de los que ahora el cine consigue crear: mitos de corta duración y aplauso momentáneo. La fama, hoy en día, es relativa.
Quien también debería alcanzarla es Austin Amelio, Jasper en esta historia. Es el típico secundario ‘robaescenas’ al que vamos conociendo y del que no queremos prescindir. Un personaje magnético, con su evidente lado oscuro, pero con un nivel de empatía con el espectador como el género requiere. Su grandeza está a la altura de la de Rhys Ifans, cuando lo descubrimos en Notting Hill. Los papeles de ambos son diferentes pero la sensación que deja la brillantez de su trabajo tiene la misma aura que desprendía Spike, el amigo alocado del personaje de Hugh Grant en el clásico de 1999.
Hit Man, hay que repetirlo, es un acierto, y más en un año tan flojo de estrenos como en el que estamos. Como película, por parte del equipo responsable, y como elección por parte del espectador que decida verla. Un thriller con tono de comedia en el que todo está medido y en el que todo encaja. Casi dos horas de puro entretenimiento que va a más sin haber bajado nunca su nivel y con algunas de las mejores escenas que vamos a ver este año en las salas, caso de esa en la que un teléfono móvil tiene buena parte del protagonismo. Hit Man es una delicia de la que ningún espectador debería prescindir.
Silvia García Jerez